Padre soltero AU

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Bruce estaba confundido.

Se suponía que este tipo de cosas eran deber de la niñera—aunque ni tiempo había tenido de contratar una—O de Alfred, él era muy bueno criando niños. Aunque para su desgracia, el mayordomo estaba más ocupado consiguiendo una cuna, ropa, juguetes y cosas para Damian como para acompañarlo a comprar pañales.

¿Por qué demonios había tantos tipos de pañales?

Bruce sabía que necesitaba pañales de recién nacido, eso era obvio, pero ahora no sabía si debía comprar para piel extra delicada, con absorción extra, anti-rozaduras o con figuras de animales. Estaba volviéndose loco.

— ¿Necesita ayuda?—justo cuando estaba a punto de agarrar el paquete más caro de la tienda, un joven se acercó a él, llamando su atención.

—Yo...

— ¿Su esposa lo mando por pañales? Debe ser cruel al no decirle de que marca usa su bebé—dijo Dick, burlándose del hombre.

Richard trabajaba en una tienda de conveniencia a medio turno por las tardes para pagar sus estudios, a decir verdad era un lugar tranquilo y no solía haber mucha actividad en el día. Por lo mismo fue imposible ignorar al gigantesco y guapo hombre que se había quedado parado más de media hora frente a la barra comercial de bebés, luciendo irritado y confundido.

Los primeros minutos se había reído internamente, siempre era divertido ver a los hombres comprando artículos para bebés, era como ver un elefante entrar a la ciudad, deslumbrado y confundido por el ambiente, pero a la larga sintió lastima, no debía ser fácil ser padre primerizo.

—Es recién nacido, acaba de nacer hace dos horas.

Dick abrió los ojos sorprendido.

— ¡Oh felicidades! En ese caso le recomiendo este paquete—contestó entregándole las sabanillas—Felicite a la madre de mi parte.

—No hay nadie a quien felicitar—musitó Bruce con ira contenida—A penas dio a luz a nuestro hijo se fue sin decir palabra, lo abandonó.

Dick se quedó estático sin saber que decir.

—Omm, supongo que también necesitará formula—dijo después de un tenso silencio, yendo hacia la caja registradora—Le cobraré los pañales y pondré junto la fórmula de leche y un biberón.

—Gracias—murmuró con cansancio Bruce, cuando más lo necesitaba un ángel le cayó del cielo.

— ¿Entonces su familia esta con el bebé?—preguntó Dick acomodando las cosas en una bolsa de papel.

—No tengo familia, el niño está solo en el hospital.

Richard se horrorizó.

—Jesús y usted perdiendo el tiempo aquí...

— ¿Disculpa?

—Vaya con su hijo—Richard le entregó la cosas y lo empujo a la salida—Tiene que estar con él, y no se preocupe, si tiene más dudas de cómo cuidar a un bebé puede venir a buscarme, crecí en un circo rodeado de más niños y sé cuidar a los recién nacidos, cambiar pañales, sacarles el aire después de comer y esas cosas. Mi turno acaba a las 6:00 pm, solo pregunte por Dick Grayson.

—Está bien—respondió aturdido Bruce, al ser sacado de la tienda.

Dick le dio una última sonrisa antes de cerrar la puerta del mini-súper y caminar hacia la caja, el solo asintió con la cabeza sin entender lo que acababa de pasar.

—Pobre bebé—exclamó Richard una vez que estuvo solo.

Sin embargo, para la fortuna de Damian, Bruce lo fue a buscar días después para consultarle varias cosas acerca de los niños y ese fue el comienzo de su vida juntos.

30 Días de tu OTP: BruDickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora