30 Días de tu OTP: BruDick

Viaje por la carretera

El sol ardía, quemaba la piel y la hacía sudar, sacando gruesas gotas de sudor. Dick se dio aire con el folleto turístico, el calor estaba cociéndolo vivo, pero no iba a retractarse de su decisión.

Había estado planeando ese viaje desde hacía meses. La liga de la justicia había obligado a Batman a descansar unos días, él estaba libre de los exámenes universidad y Jason tenía vacaciones de verano, era la oportunidad perfecta para pasar unas vacaciones en familia, viajando por todo estados unidos en el convertible que Bruce le había regalado.

—Estoy muriendo de sed—gimió Robin bajando la ventana del auto.

—Ve a comprar una botella de agua—respondió Dick extendiendo un billete de cinco dólares.

—Ve tú, yo ya me derretí.

Nightwing soltó un bufido.

—Vámonos—dijo Bruce entrando al coche, había bajado a cargar gasolina e ir al servicio, pero había tardado más de lo esperado.

—Little wing tiene sed—señaló con un dedo al preadolescente que los miraba con ojos entrecerrados. —Compra agua.

B frunció el ceño.

— ¿Por qué no fueron ustedes?

—Sí, bueno... Lo haríamos si no estuviéramos pegados a los asientos.

—Enciendan el aire acondicionado—replicó Batman.

—No sirve—refunfuñó Jason.

Los tres suspiraron.

—Podemos buscar un lago cercano en el mapa para nadar, eso les quitaría el calor—argumento Bruce sacando un mapa de la guantera.

—O podemos volver a casa y darnos un baño de agua fría y nadar en la gran piscina privada que tenemos en el jardín y nadie usa—se quejó otra vez Robin.

—Vamos Little Wing—dijo Richard pellizcando las orejas del niño—No seas aburrido, podemos usar la piscina el día que quieras pero salir a respirar aire puro y convivir con la naturaleza, no.

—Lo único que estoy respirando ahora es el olor a sudor y cuero viejo de tu auto—contestó Jason golpeando las manos de Dick para que lo soltará.

— ¿Entonces?—intervino B llamando su atención— ¿A dónde quieren ir?

—Al lago—exclamó Dick estirando los brazos—Vamos a pescar y nadar desnudos un rato.

— ¡Lalalala! ¡Aahhh! ¡Sigo aquí maldita sea, deja esas cosas cuando estés solo con Bruce!—gritó Jason tapándose los oídos.

Dick soltó una carcajada, burlándose deliberadamente de Robin.

Sí, estaban cansados, apestaban a sudor y nadie quería salir del carro a comprar agua, pero esas eran las mejores vacaciones que había tenido jamás.