𝘍𝘰𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘧𝘰𝘳 𝘯𝘰𝘸 (𝘓𝘦𝘷𝘪 𝘈𝘤𝘬𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯).

Capítulo 23.

p.o.v ____ Dokueda.

El silencio se hizo presente en cuanto el pelinegro se posicionó al centro, suspiré y caminé hacia él, me coloqué a unos pasos de distancia, al no saber cómo podría atacarlo, miré que Erd se colocó a un lado mientras nos miraba.

-¡Empiecen!- gritó a lo que miré cómo el pelinegro comenzó a correr hacia mí, dí un salto hacia atrás al mirar que lanzaba una patada, iba a tomar su pierna, pero rápidamente la quitó, así soltando otra patada con su otra pierna, la cual logró atinar en mi rostro, tirándome al suelo.

Tensé mi mandíbula debido al dolor mientras me levantaba de un salto, sentía el sabor a hierro en mi boca, al sentir que el pelinegro iba a soltar otra patada, me giré rápido y lancé una patada, la cuál fué detenida por él, tragué en seco mientras sentía como ponía su otra mano en mi pantorrilla, levantándome por los aires sin esfuerzo alguno, iba a caer de rostro, pero me sostuve con mis manos mientras daba una voltereta, logrando terminar de pie, sentí como un golpe se dirigía a mi costado derecho, por lo que logré tomar su mano con ambas de mis manos, deslicé mi mano derecha hasta su bicep y lo empujé alejándolo de mí, dí unos pasos hacia atrás ganando más distancia, él me miró y dio un salto hacia mí, por lo que me agaché y una vez aterrizó detrás mío me levanté soltando una patada, giré a verlo y apenas lo había movido unos metros.

Él me miró fijamente, a lo que sentí aquel nerviosismo en mi estómago, negué con la cabeza ante esos pensamientos, lo que aprovechó y corrió hacia mí, logrando taclearme.

Una vez estando en el suelo, sentí que tomaba mis brazos para someterme, sin importarme qué, me solté de su mano y con mi palma le dí un golpe en su abdomen, alcé mi pierna y le dí una patada con todas mis fuerzas en el mismo lugar, logrando que saliera lejos de mí, me levanté y miré que él también lo estaba haciendo, escupí la sangre que tenía en la boca mientras lo miraba fijamente, ambos nos decidimos al mismo tiempo y corrimos hacia el otro, lanzó una patada hacia mi cabeza, por lo que me agaché evitándola, tomé su pierna derecha y la levanté mientras yo también lo hacía, logrando que cayera de espaldas al suelo, rápidamente me coloqué encima suyo, pero sentí sus manos en mi cadera, las cuáles me empujaron dejándome en el suelo, debajo suyo.

Dirigí mi pierna derecha hacia la cadera del pelinegro mientras sentía como tomaba mis manos, para dejarme inmóvil, con mi pierna me aferré a su cadera, por lo que sonreí apenas mientras forcejeaba con él, logré empujarlo y usé mi pierna que estaba en su cadera para enviarlo al suelo, me levanté de golpe y dí unos pasos alejándome, no estaba lastimado a diferencia de mí.

Miré de reojo a Eren quien tenía el ceño fruncido, miré de nuevo hacia el pelinegro, quien ya se había acercado, soltó un puñetazo en mi vientre, hice una mueca y sentí su mano en mi cuello, abrí más los ojos impresionada, y aferré mis manos en sus hombros, con mi pierna derecha lancé una patada en su pierna, lo giré e hice que el impacto cayera en su espalda, mientras que yo caía sobre mi costado izquierdo a un lado de él, me levanté y él también lo estaba haciendo, sostuve mi vientre y dí unos pasos hacia la izquierda, no tenía un comportamiento fijo, por lo que no sabía cómo atacaría, lanzó un puñetazo a mi rostro, que logré esquivar, tomé su brazo derecho y volví a empujarlo lejos de mí como ya lo había hecho.

Miré a Eren quién se veía preocupado, sonreí levemente y sentí un golpe en mi costado izquierdo, el cual me mandó a volar unos cuantos metros, aterrizando de espaldas, solté un gruñido ante el dolor.

-¡____!- escuché el grito de Eren, a lo que me levanté rápidamente y miré como el pelinegro daba una patada en el suelo donde antes estaba, haciendo una grieta en el suelo, fruncí mi ceño, ¿No podía ser más suave con sus golpes? corrí hacia él aprovechando ello y lo tacleé cayendo con él al suelo, me puse encima de él y sin pensarlo solté un puñetazo en su rostro, miré un hilo rojo pintar los labios del pelinegro, tragué en seco y me arrepentí al mirar la expresión de enojo en su rostro, me levanté de un salto evitando el puñetazo con el que me había respondido.