Capítulo 60.

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Seis meses después.

p.o.v ____ Dokueda.

-¡Ya es de día!- me sobresalté en cuando escuché el grito de Sasha, seguido a ello, sentí cómo era aplastada por alguien.

-¡Sasha!- la regañé mientras intentaba moverme, ella entonces me abrazó con fuerza, impidiendo el que huyera de sus brazos.

-¡Feliz cumpleaños!- gritó animada, entonces me calmé un poco, recordando así que día era.

-Gracias, Sash- respondí feliz, para así corresponder el abrazo.

-¡Hay que empezar el día con un buen desayuno!- añadió animada, entonces se quitó de encima mío, lo que me permitió sentarme en mi cama, el cansacio era notable en su rostro, sin embargo, mantenía aquella sonrisa en su rostro, ambas giramos entonces, observando cómo Mikasa comenzaba a removerse. 


Sasha deslizó una última vez el cepillo por mi cabello, para así volver a abrazarme por la espalda.

-Te vas a mojar con mi cabello- le dije a la castaña, ella en respuesta apretó más su agarre en mí.

-No me importa- canturreó feliz, sonreí un poco más, así apretando sus brazos en respuesta, la puerta del baño comenzó a abrirse, y por la misma comenzó a salir Mikasa.

-Te toca bañarte, Sasha- Mikasa le dijo con calma, mientras se secaba el cabello con una toalla, ambas ya nos habíamos bañado y sólo faltaba la castaña.

-¡¿Bañarme?!- cuestionó sonando un tanto asustada.

-Ve- la pelinegra insistió, entonces Sasha gruñó mientras me soltaba, para así caminar hacia la puerta del baño golpeando con fuerza el piso, mostrando su enojo.

-Ve- dijo en un tono más agudo, lo que hizo que comenzara a reír con fuerza por cómo había sonado su voz, Mikasa entonces me miró confundida, por ello volví a enderezarme, pretendiendo no haberme reído.

Una vez Sasha cerró la puerta del baño, Mikasa caminó al mueble de al lado de su litera, para terminar de arreglar su lugar.

-¿Mika?- pregunté mientras me levantaba de mi cama, ella ignoró ello y abrió su cajón -¿Hoy estás muy ocupada?- tomé mis cobijas, y así comencé a acomodar mi cama con calma, se me había hecho demasiado raro el que no se haya acordado de mi cumpleaños.

-Hoy tengo el día libre- asentí entonces mientras colocaba ahora mi almohada en su lugar.

-Eso es bueno, también tengo el día libre- comenté emocionada, ella se limitó a asentir, me giré entonces terminando por alisar la cobija de mi cama -Podemos empezar con- me callé en cuanto sentí cómo tocó mi espalda, giré entonces, ella tenía en sus manos lo que parecía ser un libro envuelto en papel café, sonreí un poco y ella ahora sacó su otra mano de la espalda, enseñándome así que se trataba de un ramo de gardenias -Mika...- susurré apenas, ya que, ella me abrazó con fuerza.

-Feliz cumpleaños, ____- sonreí un poco más y correspondí el abrazo feliz.

-Gracias, Mika- respondí mientras nos separábamos, tomé ahora el ramo y el libro con calma, acerqué las flores a mi rostro y las olí, disfrutando bastante del cómo olían.

-Es un libro de poemas que pensé te gustaría- habló rápiamente mientras se giraba dándome la espalda, divertida, dejé el ramo y el libro sobre mi cama, saltando así a la espalda de la pelinegra.

-¡Muchas gracias, Mika!- grité mientras me aferraba a ella, ella entonces me tomó de las piernas, para evitar que cayera al suelo -¡Eres la mejor del mundo entero!- grité nuevamente, para así comenzar a frotar mi mejilla contra su cabello, imitando a un gato -¡Te amo muchísimo!- añadí antes de comenzar a reír con fuerza, escuchamos unos golpes en la puerta del dormitorio, rápidamente me bajé de la espalda de la pelinegra, observando cómo su rostro estaba por completo rojo, reí un poco y así ella con bastante rapidez caminó hacia la puerta, fruncí mi ceño con confusión, y entonces ella abrió la puerta.

𝘍𝘰𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘧𝘰𝘳 𝘯𝘰𝘸 (𝘓𝘦𝘷𝘪 𝘈𝘤𝘬𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora