Noches de pesadillas

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"Corre, corre que no te alcance" se repetía mentalmente Rebekah, escuchaba como su gran figura se arrastraba por el gran salón que tenía esculturas de serpientes y al fondo una gran cara tallada en piedra todo el suelo estaba cubierto de agua, las tuberías eran de un inmenso tamaño, incluso la gran bestia podía entrar ahí, trato de huir pero era demasiado tarde, la tenía rodeada, en ese momento resbalo cayendo en el frio suelo, pero cuando volvió su vista a la gran bestia esta desapareció y se encontró con un hombre de cabello azabache, bastante delgado y alto, su figura era bastante intimidante, en sus ojos no había ni una sola gota de miedo, le sonreía con malicia a la joven Lestrange causando que esta se asustara, a medida que el hombre se acercaba Rebekah sentía como su respiración aumentaba, hasta que estuvieron frente a frente.

-          Oh Rebekah no tienes que temerme- dijo acariciando la mejilla de la Lestrange, provocando que ella lo mirara con desagrado- deberías tener miedo de ti misma, tienes tanto poder...tanto- dijo mientras olía el cuello de la azabache causando que se estremeciera- juntos...podemos hacer cosas grandiosas...tú me ayudaras a terminar lo que inicie.

-          Nunca ayudaría a un monstruo como tú- espeto la Slytherin con asco causando una risa sínica del hombre.

-          Oh Rebekah, pero si tú eres el monstruo aquí no yo- dijo señalando los cuerpos sin vida de sus amigos.

-          ¡¿Qué has hecho?!- dijo sacudiendo el rostro de Lily Evans esperando alguna clase de respuesta.

-          Pero si yo no he hecho nada pequeña, tú los asesinaste, yo solo te lo pedí- dijo al oído de Rebekah, mientras todo se volvía más oscuro y las manos de Rebekah se llenaban de sangre.

-          ¡No, no, no! - dijo mientras movía los cuerpos de sus amigos- ¡Lily! ¡Severus! ¡Remus! ¡despierten! - su pesadilla fue interrumpida por bruscos movimientos que la sacudían de un lado a otro, hasta que finalmente abrió sus ojos que estaban llenos de lágrimas y desesperación, encontrándose así a su prometido y sus amigos que se encontraban bastante alarmados por la situación de la menor de los Lestrange.

-          Rebekah ¿qué paso? - dijo Regulus tomando el rostro de su prometida

-          ¡Estaban muertos! - sollozo la azabache- ¡todos estaban muertos y era mi culpa!

-          ¿De qué estás hablando Rebekah? - dijo Regulus tratando de consolarla.

-          El me lo pidio y yo lo hice...había sangre...mucha sangre- dijo mientras veía sus manos.

-          ¿De quién hablas Rebekah? ¿Quién te lo ordeno? - dijo Rebastan Lestrange preocupado por el estado de su hermana menor.

-          Voldemort, quería que yo le ayudara a completar algo- dijo causando una mirada de miedo en todos los presentes.

-          Tranquila- dijo Rebastan arrullando a su hermana para que se tranquilizara- estamos aquí, estas bien, y nada malo nos pasara si estamos juntos.

Esa noche el grupo de los Slytherins se quedaron en el dormitorio de Cissy y Bekah para ver que no pasara nada más, Rebekah fue la única que pudo volver a dormir con ayuda de su hermano quien se quedo a su lado acariciando su cabello como cuando era niña, mientras que el resto se encontraba alrededor de la cama.

-          Regulus- dijo Narcissa en susurro a su primo- ¿crees que sea una señal?

-          Espero que no Cissy- dijo abrazando por el hombro a la rubia- porque si es así él la querrá en sus filas, y es lo que menos quiero para Rebekah, ella no es una asesina.

Somos eternos ... somos estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora