La hija del mal

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Decidir ser padres no es una decisión que se tome a la ligera, no es algo que simplemente decides y analizas en un día, debes entender que en el momento que decides ser una madre o un padre tienes una vida en tus manos, esa vida es tu responsabilidad, tú serás la introducción del mundo para esa pequeña persona, tu le enseñaras lo bueno y lo malo, esa pequeña persona será el reflejo de lo que hiciste bien o mal, el amor que le des es el amor que esa persona aceptara y se sentirá digno de tener, cada momento cuenta, cada gesto, cada reproche, cada advertencia, todo cuenta y eso era lo que mas aterraba al matrimonio Black ¿qué tal si no eran lo suficientemente buenos para la tarea?

- ¿Crees que seamos buenos padres Reg? - soltó la azabache con la mirada fija en el techo de la habitación.

- ¿A qué viene la pregunta? – pregunto el mencionado dejando la carta que tenía entre manos.

- Es...es solo que no dejo de pensar en que tal vez no sea buena madre para el o ella- dijo mientras pasaba su mano por su vientre- ni tú, ni yo tuvimos el mejor ejemplo de lo que son unos buenos padres y tengo tanto miedo de hacerle daño y ni siquiera darme cuenta- dijo mientras cerraba los ojos fuertemente, pues esa idea hacía que se estremeciera.

- Rebekah mírame- pidió pero la azabache negó levemente- por favor mírame- dijo tomando suavemente su mentón haciendo que ella abriera lentamente sus ojos- yo también lo he pensado y créeme que si decides interrumpir el embarazo no me opondré, al contrario, estaré ahí, sosteniendo tu mano, pero si decides continuar ahí estaré también porque te amo y haría cualquier cosa por ti, no seremos padres perfectos, pero nadie lo es cariño, solo debemos ser la mejor versión de nosotros para el o ella y todo estará bien, te lo puedo asegurar- aquellas palabras enternecieron el corazón de la Black haciendo que un sentimiento de seguridad se implantara en su pecho, haciendo que le regalara un amplia sonrisa a Regulus, para después acortar la poco distancia que los separaba y unir sus labios en un tierno beso.

- Sabes que te amo ¿verdad? – dijo la azabache mientras juntaba su frente con la de su esposo.

- Un poco más que ayer...- dijo acariciando la mejilla de Rebekah.

- Pero un poco menos que mañana- dijeron al unisonó para así volver a juntar sus labios en un casto beso.

- ¿Qué dice la carta? - cuestiono la Black mientras salía de la cama para así vestirse con el uniforme del colegio.

- No es nada, Kreacher dice que unos ladrones se metieron a Grimmauld Place, pero no se llevaron nada que no se pueda remplazar- soltó sin importancia, mientras imitaba la acción de su esposa.

- ¿Y eso es nada? - cuestiono con una ceja enarcada mientras se cruzaba de brazos.

- Solo son cosas materiales cariño, ni siquiera lastimaron a Nix o a Kreacher, estaban haciendo las compras- dijo mientras se acercaba lentamente a Bekah hasta quedar frente a frente- además lo que realmente importa esta justo frente a mi- dijo depositando un beso en la frente de la azabache- ahora vamos o Narcissa vendrá a buscarnos- dijo mientras extendía su brazo para así escoltarla al Gran Comedor.

- ¿No han pensado en nombres para el heredero Black? ¿qué tal Bartemious? Es un gran nombre, imponente, guapo y brillante- dijo el castaño pavoneándose mientras el grupo de Slytherins se dirigía a la clase de pociones.

- Baja la voz Barry- advirtió Regulus esperando que nadie los hubiese escuchado- acordamos que nadie más que nosotros lo sabría, además mi hijo no llevara tu nombre.

- ¿Y qué les parece Rebastan? Ese niño tendrá un poco de sangre Lestrange después de todo, inclusive podría llegar a ser la mitad de apuesto que yo- dijo el hermano de la azabache, mientras inflaba su pecho con orgullo.

Somos eternos ... somos estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora