La marca tenebrosa

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Miedo...era la única palabra con la que podía describir sus sentimientos ahora Rebekah y Regulus, el mal había llegado a su puerta más rápido de lo que pensaban, y este tomaba la forma de Lord Voldemort que quería un mundo purificado, sin sangres sucias o traidores de la sangre, su mundo se empezaba a derrumbar poco a poco ¿cómo podrían combatirlo si aun no estaban listos? Pero en ese momento la realidad los golpeo como un balde de agua helada ¿dónde estaban los demás? Y como si hubieran escuchado los pensamientos del otro subieron rápidamente a las habitaciones de sus amigos, pero no estaban por ninguna parte, gritaban sus nombres a los cuatro vientos, pero la fuerte lluvia y los truenos no eran de mucha ayuda.

-          Podrían dejar de gritar estamos aquí- dijo Barty desde el piso de abajo, su miedo se había ido, pero al bajar este regreso pues solo se encontraron con Barty y Severus.

-          ¿Dónde están los demás? - dijo preocupada la menor de los Lestrange.

-          No lo sabemos- dijo el azabache de pelo grasiento mientras mordía una manzana- sus padres vinieron y dijeron que debían llevárselos inmediatamente- esta noticia hizo que el cuerpo de ambos se helara por completo.

-          ¿Se los llevaron? - dijo con dificultad la azabache tratando de contener las lágrimas.

-          ¿Dijeron a donde los llevarían? - dijo Regulus con preocupación.

-          No, solo se los llevaron, iban a ir por ustedes al Callejon Diagon pero llevaban prisa y solo se fueron con los demás ¿qué sucede? - dijo Crouch ante los rostros de angustia de sus amigos.

-          No se los llevaron por cualquier cosa- dijo Bekah viendo al suelo- se los llevaron para unirlos a las filas de ese monstruo.

Antes de que cualquiera pudiera hablar se escucho un fuerte estruendo que provenía de la entrada principal de la mansión Malfoy, los cuatro corrieron inmediatamente a ver lo que había provocado el sonido, al llegar se encontraron con los cuerpos temblorosos de sus amigos bañados en el agua de la lluvia.

-          No, no, no, ¡Rebastan! - dijo la azabache llorando mientras tomaba en sus manos el rostro de su hermano- ¡Krecher! ¡Kreacher, por favor! - grito desesperada Rebekah.

-          Ama...-al ver la escena el elfo quedo estupefacto- ¿qué sucedió?

-          Necesito que traigas toallas y llévalas a mi habitación, los demás- dijo viendo a los cuatro que estaban paralizados por el estado de sus amigos- ayúdenme a llevarlos a mi cama-dicho esto, los tres tomaron a sus amigos siguiendo las instrucciones de Rebekah.

-          ¿Qué les hicieron? - dijo Barty viendo a Evan, pero ninguno podía responder.

-          Los torturaron- dijo la azabache mientras tomaba varios frascos de su valija para dárselos- hagan que tomen esto, yo curare sus heridas- dijo sacando su varita mientras las heridas en la piel comenzaban a cerrar poco a poco y la sangre comenzaba a desaparecer, pero conforme estas desaparecían Rebekah comenzaba a sentir el dolor de ellas provocando que tensara su cuerpo un poco.

-          ¿Qué sucede? - dijo su prometido viéndola con preocupación.

-          Curar heridas tiene un precio, dependiendo la gravedad de las heridas el sanador sentirá el dolor del paciente- dijo mientras una mueca de dolor comenzaba a formarse en su rostro.

-          Detente yo lo hare- dijo el azabache sacando su varita.

-          No- dijo viéndolo a los ojos que amenazaban con llorar- déjame hacerlo por favor- dijo viendo con su hermano aun temblaba, al principio Regulus lo dudo, pero termino cediendo pues sabia que su prometida se sentía culpable por no haber estado para impedirlo, pero no era la única, Severus y Barty tenían un nudo en la garganta de solo pensar que pudieron haber hecho algo para evitarlo, pero todos sabían en el fondo que no habrían logrado nada. Al alzar la manga del brazo derecho de su hermano vio lo que se temía, la tinta negra impregnada en la piel de su hermano formando la marca de los seguidores del Señor Tenebroso- revisen sus brazos- ordeno en susurro, aunque todos escucharon claramente su pedido y así se encontraron con la misma marca a excepción de Pandora.

Somos eternos ... somos estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora