El calor abandono el cuerpo de Rebekah, sintió un nudo en el estomago como si alguien estuviera enrollando su interior en una sensación desagradable, no podía articular una sola palabra, y aunque pudiera no sabía que decir ¿cómo podía ser ella la hija de ese monstruo? ¿Cómo podía tener una relación biológica con el hombre que casi acaba con su vida? Y el solo podía limitarse a verla con diversión, como si su pena fuera alguna clase de entretenimiento, de pronto su pena se transformo en una gran rabia, tan grande como aquel basilisco de la cámara de los secretos, envolviéndola, haciendo que sus ojos se obscurecieran aun más y sus manos se formaran en puños, los cuales apretaba con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron blancos.
- Debo irme -dijo con simpleza, y así el hombre desapareció en el aire y el espacio empezó a consumirse, cada piedra de la casa comenzó a caerse para impactar en el suelo y convertirse en polvo, los muebles comenzaron a desvanecerse, el fuego comenzó a elevarse para finalmente perderse en el aire, dejando el espacio completamente vacío a excepción de la azabache todo era obscuridad, al volver pudo ver como todos sus amigos estaban a su alrededor intentando hacer que abriera los ojos.
- ¡Rebekah! - saltaron encima de ella su hermano y su prometido, rodeándola en un fuerte abrazo.
- ¿Qué...qué sucedió? - dijo viendo a los demás quienes estaban aliviados porque ella despertara.
- Estabas gritando- explico la rubia mientras secaba las lagrimas de sus ojos- gritabas tanto y no sabía qué hacer.
- ¿Qué te hizo? - dijo el hermano de la azabache tomando su rostro con sus manos.
- El...el dijo...el dijo...el dijo que es mi padre- dijo mientras los rostros de ellos palidecían.
- ¿Tu padre? - cuestiono asombrado el menor de los Black haciendo que la azabache asintiera con pesadez.
- ¿Quieres decir...estas diciéndonos? ¡eso no es posible! - exclamo Barry mientras agitaba las manos con desesperación- ¿y si solo lo dijo para manipularte?
- Barry tiene razón- dijo Rebastan viendo directamente a los ojos a la azabache- puede que el solo lo haya hecho para conseguir algo de ti, después de todo el casi te asesina para solo para adquirir tus poderes.
- Solo sabremos la verdad, si hablo con el y con nuestro padre.
- No, ni hablar- interrumpió Regulus- Rebekah no permitiré que el vuelva a lastimarte.
- Se que la idea no le agradara a ninguno de ustedes, pero es la única alternativa, además si consigo que el confié en mi tal vez me explique lo que es esa cosa- dijo señalando la caja que contenía la reliquia de Ravenclaw, al ver que no convenció a ninguno comenzó en pensar en algo que podría aliviar su preocupación- si ustedes ven que ya fue demasiado podrán despertarme pero por favor déjenme intentarlo- no recibió respuesta de ninguno de ellos, lo único que hicieron fue intercambiar miradas cómplices mientras el segundo hijos de los Lestrange les indicaba que salieran, así el grupos de serpientes cruzo la puerta de la habitación dejando sola a la azabache.
- ¿Qué piensas Rebastan? - cuestiono con seriedad Snape.
- No permitiré que vaya, es mi hermana compartamos padre o no sigue siendo mie hermana y no puedo perderla.
- Rebastan pero debes escuchar lo que dijo, si utilizamos esta relación a nuestro favor podremos derrotarlo, aun con el entrenamiento que hicimos en las vacaciones no tendríamos oportunidad alguna- dijo Evan tratando de convencer a su amigo.
- ¡No Evan, no arriesgare la vida de mi hermana por conseguir información que tal vez ni siquiera sea útil! - exclamo en susurro.
- Sabemos que te preocupa- intervino Narcissa posando su mano en el hombre del azabache- a nosotros también, pero Evan tiene razón, sin saber lo que el Señor Tenebroso planee no lograremos nada.
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Somos eternos ... somos estrellas
Fiksi Penggemar¿Qué hubiera pasado si Regulus Black hubiera sido salvado, si alguien lo hubiera ayudado?