Suficiente

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Yoongi no podía dejar de pensar en aquellas palabras las cuales no abandonaban su cabeza.
Lo llenaba de inquietud, porque en el fondo de el sabía a lo que Taeyong se refería, fue más claro que el agua, aquellos movimientos, esas frases disimuladas, todo le hablaba y le decía lo mismo.

Nunca se presto atención, nunca le presto atención a su forma de vestir, a el tono de su cabello, la forma de su cara, o la complexión de su cuerpo, pero desde su "charla" con el otro Omega fueron más los instantes en los que pasaba por enfrente de él espejo de cuerpo completo de su habitación.

Fueron más los segundos, que se volvieron minutos en los que se la pasaba viendo sus caderas, sus brazos, sus piernas...

No era nada espectacular, si quiera podía llamar la atención, y eso le hacía pensar de más, como es que Jungkook pudo fijarse en alguien tan simple como el.
Recordó aquellos mensajes que sobresalían de las conversaciones que tenía con Taeyong, que eran más mensajes de el que suyos.

Había varias ligas, tantas que había perdido la cuenta, pero todas tenían algo en común. Eran páginas que trataban la masa corporal, todas hablaban de lo mismo, como perder peso, como ganar peso, etc.

La primera vez que este le envió una fue tanta su duda que incluso se preguntó porque alguien con quién ni siquiera trataba tanto daba esas clases de atenciones, pero luego de eso fue una tras otra, tras otra.
Mentiría Yoongi si dijera que no entro a alguna, por mera curiosidad.
Y también mentiria si dijera Yoongi que no paso más de 30 minutos aproximados leyendo toda la información extraña que había.

Y justo ahora era lo que llamaba su atención, ahí estaba el, frente a ese espejo al que nunca le tomó tanta importancia como ahora, jalando la grasa casi nula de su abdomen, pasando sus dedos luego por sus mejillas regordetas.
Jungkook amaba recalcar lo mucho que estas lo hacían ver tierno, pero ante los últimos días, esto dejó de ser algo grato, al menos para Yoongi.
























Jungkook sujetaba con firmeza la espalda de Yoongi, mientras este rodeaba sus hombros con ambos brazos. Se dejaron llevar por aquellos besos que poco a poco subían la intensidad.

La temperatura subía, estaban en casa del Alfa, ninguno de los demás integrantes de la familia estaban allí, y eso había sido aprovechado por la pareja para pasar tiempo de calidad juntos. Lo que no tenían contemplado es que poca atención le prestarian a el maratón de películas que estaban viendo. Pocos minutos después empezaron a comerse la boca.

Jungkook tomó la iniciativa e hizo que el Omega se subiera a su regazo sin romper el beso, sin abandonar la boca del otro.

Sus lenguas jugaban y se dejaban llevar, Yoongi dibujo líneas imaginarias sobre el pecho del pelinegro, acariciando y dejándose llevar. El alfa se dejó hacer, dejó de besarle por unos segundos y con cuidado paso su lengua por la extensión del cuello de Yoongi, succionado y dejando pequeñas marcas, haciendo a el mayor delirar por aquellas sensaciones.

Por instinto Yoongi expuso su cuello para darle más libertad a Jungkook, este complacido al ver como el Omega se dejaba hacer siguió besandolo, jugando con sus colmillos apenas clavándolos levemente. Apretó el trasero del más bajo y esto hizo que salieran pequeños gemidos de Yoongi. La melodía perfecta para el Alfa.

Siguió apretando y pasando sus grandes manos por aquel redondo trasero, volviendolo loco y disfrutando de esto.

Jungkook al seguir encantado ante los sonidos que salían de la boca de el Omega, colocó una de sus manos a su cintura, subiendo un poco su camisa y metiendo su mano para acariciar la cintura del pálido por dentro de esta.

Y ahí fue cuando Yoongi reaccionó.
Alejó la mano de Jungkook como si esta quemará, y salió de su regazo.
El alfa fue tomado por sorpresa ante la acción del contrario, no sabía que pasó, intento acercarse a Yoongi pero este aparto a Jungkook de el. El alfa preocupado solo lo miraba sin entender que le pasaba, sospecho que algo hizo mal.

— Yoon.. discúlpame, ¿te lastime, cierto? —

Yoongi miro los ojos de su pareja, y se sintió horrible consigo mismo, después de unos segundos el Omega brinco en dirección a su novio y se abrazó fuerte de el.

— No... tú nunca me lastimarias —

El Alfa algo aturdido aún recibió a Yoongi en sus brazos y correspondió a su acción, aún preocupado pero sin dejar ir a su pareja.

DETENCION [ En edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora