DETENCION [ En edición ]

¿Uvas, cerezas y Menta?

Y justo como había dicho antes, las clases ya habían empezado, Jungkook se dirigió a el que había sido su asiento durante un año y medio en ese instituto, arrojó su mochila y antes de que se pudiera sentar una voz familiar lo llamo.

"Estoy apunto de considerar matarme" pensó, y al voltear a ver quien era la persona que lo había llamado, realmente se tomo la palabra así mismo "Corrección, voy a matarlo a el"

— Jeon, ¿Que pasa? Ven con nosotros, has estado perdido últimamente, ¿es acaso que estas evitandome? — Chanyeol se tocó el pecho fingiendo estar ofendido, para luego ver la expresión irritada de jungkook.

El pelinegro se limitó a darle una mirada indiferente y intentó evitar que no lo molestara, pero Chanyeol nunca dejaría de ser ese alfa irritante, el cual, nunca lograria entender, no después de lo que sucedió.

Y su dia hubiera sido mejor si tan solo ese alfa tan odioso no lo habría arrastrado con el y su grupo de amigos o como diria su mamá si los viera malandros adolescentes, que podían esperar a ser si estaban con la pesadilla de todos los maestros, Chanyeol, aunque no sólo de ellos la suya también.

Lo observaba y realmente se preguntaba como habian llegado a esto, el junto con jimin eran mejores amigos, fue buen chico pero, de un momento a otro todo fue cambiando y lastimosamente fue para mal, los profesores y personal de la preparatoria lo notaba cambiado, el alfa tan buena persona que solía ser, no había dejado rastro de lo que era ahora.

— Miren, mi alfa favorito esta aqui. — Jungkook gruño al sentir un apreton en su hombro proveniente de Chanyeol. — Dime, ¿Porqué no te vi en la fiesta de Sana?–

El alfa pelinegro desvió la mirada, incómodo, quería empujarlo y gruñirle, pero sabía que lo haría meterse en problemas, y ya no quería más castigos —No me dieron ganas de ir — respondió jungkook hubo un silencio que fue interrumpido por Ji-yong, uno de los amigos de Chanyeol.

— ¿Estuviste con el Omega bajito? creo que vi a tu amiguito salir con el ese día — Hablo el beta hacia Chanyeol, el y el otro alfa rieron ante ese comentario.
La cara de Chanyeol cambio, pero luego negó con un sonrisa burlona — Parece que te gusta jimin, ¿no es cierto? Te gusta mentir Jeon, es por eso que nadie quiere estar contigo, es por eso que pasó lo que pasó. —

— Jimin es como mi hermano, idiota! No te he mentido, nunca lo hice! No es mi culpa que no te corresponda.— Jungkook se separó lo que pudo de Chanyeol.

Parecía que diria algo más,  como si hubiera querido gritar algo con tantas ganas, pero lo vio detenerse a si mismo, y solo apretó los puños.

Se limitó a volver a acercarse a jungkook, y mirarlo, por alguna razón el alfa sentia que lo estaban escaneando, y si fuera asi realmente esperaba que Chanyeol detectara todos los insultos que estaban siendo creados en su cabeza solo para el. –Jeon, tu nunca lo entenderás —.

La puerta fue abierta derrepente el profesor entró y todos tomaron asiento sin que el lo pidiese, Chanyeol se alejo de nuevo, y fue directo a su asiento, el pelinegro volvió a su asiento al igual que el, pero a diferencia suya, con un amargo sabor en la boca.

— Buenos días — perdió un poco la preocupación, conocía a el maestro, había tenido clases con el anteriormente, pero sabía que era muy frío, y seco, así que se puso alerta en toda la clase.

El profesor miraba atentamente a sus alumnos, hasta que rompió el ambiente tenso y inicio con su presentación, les indico que hicieran unos trabajos y varias actividades, había pasado casi una hora, y las clases de esa materia estaban apunto de acabar, jungkook se removía incómodo en su asiento, y los minutos restantes se le estaban haciendo infinitos, el profesor seguía explicando, pero jungkook ya no estaba prestando atención alguna, jugaba con las mangas de su sudadera y miraba de reojo su salón.

Hasta que un olor extrañamente cautivador llego a sus fosas nasales, era delicado, no muy intenso, como, ¿menta? Si y algo más ¿Cerezas?, Era tan wow, un último olor llegó, ¿Uvas?, Ese olor cautivador dejo a un muy relajado jungkook, como un pequeño cachorro ansioso que necesita de su madre.

Seguia oliendo, su lobo interior movía su cola con tanta desesperación de querer encontrar a quien sea que sea el dueño de ese delicioso aroma.
Se sentía tan ansioso por saberlo, ese olor hacia que todos sus problemas fueran olvidados, incluso el momento incomodo que tuvo con Chenyeol anteriormente.

No supo en qué momento sus piernas tomaron voluntad propia y   ya estaba corriendo por los pasillos, de pronto sus ojos se tornaron color ambar.

Escuchaba claramente los gritos de su maestro desde lejos — ¡Joven Jeon, vuelva ahora mismo, mi clase aun no acaba! —.
Era tantas sus ansias y estaba tan cegado por ese aroma que no se dió cuenta que chocó con un chico, que llevaba varios instrumentos en dirección al salón de música y atrás de ella había un chica que llevaba un bote grande pintura que apenas podía levantar. 

El impactó fue tan duro que la pintura se derramó por todos lados, y los instrumentos quedaron dispersos por todo el pasillo, algunos estaban rotos y manchados.

De hecho el mismo estaba salpicado de pintura.

Pero no sabía que pasaba que eso ni siquiera lo removio seguía inquieto, así que solo se levantó y siguió su camino olfateanfo ese olor, y dejando a los anteriores estudiantes en el suelo y llenos de pintura, estaba apunto de llegar a su destino, tan cerca de descubrir quién era esa persona, cuando una fuerte voz de mando lo hizo voltear.

— ¡Joven Jeon Jungkook, repórtese a la oficina de el director en este instante! — Su maestro había salido a perseguirlo, y cuando lo vio bien este estaba completamente manchado de pintura, hasta los lentes.

Ahí fue cuando despertó, y supo que su plan de no meterse en problemas tal vez no saldría como esperaba.