11. Una pesadilla con toques de sangre

3.2K 393 225
                                    

11. Una pesadilla con toques de sangre


Uno de los vampiros ve el cuerpo decapitado de su amigo y hace un ruido que podría describirlo como cuando un lobo aúlla, mezclado con un grito de guerra y el sufrimiento de cientos de personas.

Y eso hace que, con mis manos temblorosas, cubran mis oídos e intente apartar el sonido abrumador que me va a acompañar todas las noches.

Xander es el primero en disparar y todos los del club lo siguen, concentrándose en un vampiro a la vez. Veo hacia arriba donde la pistola que sostiene Xander no produce ningún sonido.

Vernon se está encargando de algunos con su ballesta, pero no los mata, lo retiene. Incrusta las flechas en los pies y los brazos para que sus compañeros sean los encargados de matarlos.

Solo que los vampiros son rápidos y muchos de ellos huyen, soltando sonidos intensos que podrían romper los tímpanos. Wolfgang sale de la luz azul y con el machete, corta las cabezas de los que se han quedado heridos.

Xander comienza a caminar y yo lo hago con él hasta que me quedo en el límite permitido y lo veo irse hasta donde un vampiro intenta levantarse para huir.

Le apunta con la pistola y el hombre se ríe enseñando los colmillos.

—Las balas no me matan. Deberías intentar con otra cosa, dragón.

—¿Quién te dijo que podías hablar? —Xander apunta al pecho y le da varios disparos hasta que el vampiro se queda completamente inmóvil.

Cruzo la luz ultravioleta para fijarme en el cuerpo del hombre, como poco a poco empiezan a aclararse los ojos. El negro intenso disminuye hasta que unos ojos cafés oscuros se aprecian en su totalidad.

El vampiro dejó de ser el monstruo que es y volvió a su estado natural, a ser humano. Xander me observa con detenimiento como queriendo decirme algo, pero sin atreverse a romper su juramento.

Y yo necesito demasiadas respuestas.

Los dragones se encargan de los cuerpos, agrupándolos en montones mientras otros vigilan por si regresan los vampiros que lograron escapar.

Vernon se acomoda a mi lado viéndome con tristeza.

—¿Estás bien?

—No creo que lo vaya a estar en mucho tiempo —digo con sinceridad. Mis amigas están quietas viendo el trabajo que hacen los del club—. ¿Desde cuándo sabes que los vampiros existen?

Suelta un suspiro bajo mirando hacia el fuego que se está produciendo por la quema de los cuerpos. El olor empieza a ser intenso y podrías confundirlo fácilmente a que alguien está cocinando un animal para comer.

Solo que ya no siento ningún dolor o asco hacia la imagen.

La música de la fiesta de la que nos escapamos sigue estando en auge, casi puedes escuchar las voces felices de lo que están disfrutando.

—Una noche, de los primeros días que entré a Riott, salí hacia el pueblo y de regreso perdí el único autobús. Así que, caminé de regreso por el bosque... hasta que vi a los del club asesinando a un hombre... un vampiro en realidad. Y había escuchado sobre los rumores de un grupo que mataba personas —sonríe de lado—, solo que no eran personas...

—Y así es como ahora forma parte del mejor club que tiene Riott. Somos como un club antidisturbios que lucha contra vampiros que amenazan a este bello pueblo.

Wolfgang pasa una mano por mis hombros dejando un aroma a quemado, mezclado con su olor natural a tabacos.

Quiero sonreír, pero solo pensar en lo que sucede en este lugar me hace querer huir, y al mismo tiempo quedarme para ayudarlos. Aún no decido cuál es peor.

El club antidisturbios ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora