12. you're my world.

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La voz de Cillia Black se escuchaba por la habitación de Gia, quien estaba acostada en su cama, mirando hacia el techo, con las manos sobre su abdomen, cruzadas. Estaba muy molesta consigo misma aun.

Había intentado hablar con Pearce, pero el chico la evitó, en persona, ignoró sus mensajes, sus llamadas, todo. Suspiró. Quería pedirle disculpas y ni en eso era buena.

-Que mierda hice- murmuró para sí misma.

Mientras tanto, Pearce estaba en su casa, acostado, en la misma posición que Gia, no había podido dejar de pensar en la chica, la habia ignorado lo mejor que podía, si ella venia en su dirección, el encontraba la forma de irse al lado contrario.

No necesitaba más malos tratos. Lo había intentado y ya se daba por vencido.

Gia tomó su móvil, armandose de valor, marcó el número de Pearce. Cuando el móvil del chico comenzó a sonar, miró quien lo llamaba, cerró sus ojos. ¿Es que esa era una señal de que no debía dejarla ir? ¿había esperanza?

Tres tonos después, la voz masculina de Pearce atendió:-¿Si?

-Mierda.

Gia cortó la llamada, de pronto sintiéndose demasiado nerviosa cómo para hablar, al darse cuenta de lo que había hecho, volvió a marcar.

-¿No vas a colgar?- habló Pearce nuevamente. Ella suspiró.

-No- respondió- mm, hola... ¿que tal todo?- Pearce alzó las cejas, no habían hablado en tres semanas y ella preguntaba "que tal todo".

-Bien, supongo- respondió- ¿que tal tu?- aunque supo que no responderia nada del otro mundo.

-No muy bien- confesó la chica- escucha, te llame porque quiero pedirte disculpas por lo que pasó en el bowling, actué muy mal y... en serio lo siento. He querido decírtelo en persona, pero...- se quedó en silencio.

Pearce dio una media sonrisa, sentándose en la cama.

-Esta bien- dijo- entiendo, esta todo bien. Te disculpo.

Gia respiró profundo.

-Estoy pasando por un mal momento familiar-confesó, aunque le costaba- es una total mierda y se que tu no tienes la culpa de ello, y siento muchísimo cómo te hablé, el tema me hace mal.

-Esta bien, no tenemos que hablar de ello.

Gia asintió, sin saber a donde dirigir la conversación, eso hasta que Pearce habló, tomándole por sorpresa:-Quise ir a verte, hace días pero... estabas con Milo.

El ceño de Gia se frunció, ella nunca estaba con el pelinegro, el y sophie pasaban todo el día juntos.

-¿Disculpa?- preguntó realmente confundida- ¿cuando viniste? Milo solo estaba...- intentó explicarle pero el chico interrumpió.

-No tienes que darme explicaciones- dijo un poco celoso.

-Pero.

-En serio, no importa.

-¡Dejame hablar carajo!- dijo Gia firme, Pearce se quedó en silencio- Milo vino a buscar a Sophie, sostuve las flores solo mientras pasamos a la casa para que la esperara, el y yo no tenemos nada. Créeme. Ni en un millón de años.

Gia no sabia porque estaba explicándole todo eso a Pearce, el no se lo había pedido, ni mucho menos exigido, no eran absolutamente nada, pero aún así ahí estaba ella, Gia Hart explicando que prefería lamer la calle antes de salir con Milo.

-Quedó claro con la parte de "ni que venga Dios del cielo y me lo pida"- dijo Pearce divertido, ella soltó una risita- estamos bien, Gia. En serio, lo estamos.

Deja vu 《Pearce Joza》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora