21. love her madly.

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Gia despertó sintiendo el peso de alguien más sobre su pecho, frunció el ceño mientras se desperezaba, cuando abrió sus ojos, se encontró con el cabello castaño de Pearce casi entrando a sus ojos, el chico estaba dormido en su pecho. Ella sonrió levemente.

Hace dos días no nos hablábamos y ahora miren.

Lo apartó con cuidado de no despertarlo, se puso de pie, tomando de sus cajones ropa interior y una pijama, se ató el cabello en una coleta, no sabía realmente que hacer, fue al baño y luego se preparó para salir de la habitación.

Quizás no era extremadamente necesario decirle a Sophie que el se quedó anoche. Pero, no contaba con que la morena había llegado temprano y se encontraba lavando ropa.

De hecho, Sophie había entrado a la habitación, queriendo preguntar por uno de sus shorts, pero al ver la espalda desnuda de Gia y a Pearce dormido en la cama, no tuvo que adivinar mucho que había sucedido.

-Buenos días, Heather- murmuró Gia, sentándose en uno de los taburetes, la pelinegra se encontraba haciendo el desayuno o el almuerzo, para las tres- ¿Donde está Sophie?- Heather señaló el cuarto de lavado.

La castaña salió, con una cesta de ropa limpia, le dio una mirada a Gia, intentando no recordar que la había visto dormir con Pearce, igual no era para tanto, estaba segura que la pobre Gia había tenido que escuchar cosas peores que esas.

-Hola G- saludó dejando un beso en su mejilla- ¿cómo pasaste la noche?- preguntó a propósito. Gia se encogió de hombros- ¿Pearce se quedó?

Pregunta trampa, pensó Gia, actuó con naturalidad y habló tranquilamente al respecto.

-Nop, solo me trajo y no pasó nada más- contestó, bebiendo del café que Heather le sirvió, aún desconfiaba de la chica, capaz un día de esos la envenenaba.

continuó dejando la taza en la mesada de mármol.

-no fue la gran cosa, solo se despidió de mi y se fue, saben, no creo que pase nada entre nosotros porque no creo que yo sea su...- sus palabras fueron interrumpidas, cuando Pearce salió soñoliento de la habitación. Quiso maldecir, pero al verlo así, sus piernas temblaron y una sonrisa temblorosa salió de la comisuras de sus labios.

Heather no aguantó su risa:-¿que decías, Gia?- la neoyorquina se ruborizó. Pearce solo usaba sus jeans, sin abrochar y el cabello despeinado.

-¿Qué haces aqui?- dijo haciendo un puchero, ella rodó los ojos- ven, volvamos a la cama- la tomó de las piernas, llevándosela cargada sobre su hombro, ella reía y Sophie negó divertida.

Una vez que la puerta estuvo cerrada, Pearce la dejó en la cama, boca arriba, luego se acostó sobre su pecho, haciendo que ella lo abrazara con sus piernas, cerró sus ojos mientras ambos se quedaban así un rato.

-No quiero que esto acabe- no sabía a qué se refería con "esto", Gia tragó grueso, capaz era algo de solo una noche. Se encogió de hombros.

-No pienses en eso.

-¿En qué piensas tú?

Ella no abrió los ojos, lo abrazó un poco más fuerte, y el se acomodó entre sus senos, aunque era más pesado que ella, Gia no se quejaba de nada al respecto.

-En ti- confesó. Pearce sonrió, ella pudo sentir su sonrisa, aunque no podía verlo.

No sabía cómo iba a seguir todo eso, pero pasaron la siguiente hora, acurrucados en la cama, repartiendo besos y riéndose de todo y de nada. Sin pensar en el mañana.

[...]

Las semanas pasaron, dos pasaron volando, Gia y Pearce no se habían visto desde esa noche que tuvieron sexo, no porque no quisieran, es que ninguno tenía tiempo, estaban tan ocupados que no había un espacio libre.

Deja vu 《Pearce Joza》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora