20. you sexy thing.

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Gia se encontraba en la parte trasera del auto alquilado de Milo, estaba mirando por la ventana, mientras el chico seguía el gps hacia el apartamento de las chicas, Sophie iba en el asiento delantero, un poco callada, mientras Gia estaba muerta de nervios por ver a Pearce de nuevo.

Cómo era usual.

-Quisiera quedarme contigo en el apartamento por siempre- musitó Sophie, haciendo que Gia mirara hacia el frente. Milo soltó una risita- en serio.

-Yo también, y sobrevivir a base de comida para microondas- Sophie sonrió ante esas palabras, Gia estaba cómoda con la pareja, amaba que estuvieran juntos- pero con tanta tensión, te haría bien salir un rato con los chicos.

-Y conmigo- interrumpió ella, haciéndolos reír otra vez- o sea, realmente amo que estén juntos y odio interrumpir estos momentos, pero es cierto Sophie, con toda la mierda que te está tirando tu mamá, te vendría bien salir.

Sophie se encogió de hombros, sin querer hablar mucho sobre el tema. Los pensamientos de Gia vagaron, y se encontró dudando de si el top de tirantes y los jeans ajustados oscuros habían sido buena decisión.

-¿Cómo les va con su mejor amiga?- preguntó Milo, a propósito, para saber un poco de como se comportaba Heather, intercambió miradas rápidas con Gia por el retrovisor, la neoyorquina todavía estaba decepcionada, cuando se enteró de lo que había pasado, parecía un chiste de mal gusto.

Los ojos de Gia lo asesinaban desde el reflejo del retrovisor, por lo que decidió retirar la mirada primero.

-De hecho, no se comporta tan mal como pensamos- respondió Sophie, ajena a todo, Gia sintió lastima por ella, y se sintió mal por no poder decirle lo que sucedía- comemos juntas a veces y no es tan malo, quizá ya toda esa situación pasó y podemos llevarnos bien, ¿cierto, G?

La neoyorquina suspiró, callejón sin salida, no podía quedarse simplemente callada.

-Supongo, no lo sé- se limitó a responder- no confías en una víbora solo porque no te pique al principio, tenemos que esperar para sacar conclusiones.

-Estás siendo pesimista- rodó los ojos las castaña- solo dejemos todo estar, y nos llevaremos bien con ella. ¿Tu que opinas, amor?- se dirigió hacia el pelinegro, quien sacó su móvil para llamar a Meg y decirle que estaban por llegar al edificio.

El camino se les estaba haciendo eterno a Gia y Milo, guardar un secreto es más pesado y asfixiante de lo que parecía.

-Ehm, no se, después de todo creo que no deberías fiarte de Heather, muñeca- respondió- Gia tiene razón, cosa sorprendente.

-Están demasiados paranoicos- sentenció, tomó su bolso y salió del auto, casi corriendo para abrazar a Ariel, quien la recibió dando un chillido emocionado.

Gia esperó que Milo estacionara el auto, tomando sus cosas y quiso contenerse, de verdad quiso callarse, pero terminó por hablar. Sosteniendo su chaqueta entre sus dedos.

-Tienes que decírselo, Milo- empezó severa, el pelinegro la miró- tienes que tomar valor y decirle cuantas veces te cogiste a Heather, porque fue tu maldito error, Sophie esta toda ignorante, cerca de ella, y mira yo no confío que esa bruja se este portando bien. La va a lastimar, le va a doler cómo el demonio, quizá sea una de las cosas más horribles que escuche por ahora, pero es mejor que se lo digas tú- lo señaló, ahora molestandose, golpeó sin mucha fuerza el asiento del conductor- Mírame cuando te hablo, imbécil.

Milo se giró, mirándola, Gia se sorprendió al ver sus ojos enrojecidos, tragó grueso, de repente el ambiente se había convertido tenso, la neoyorquina quería mucho a sus amigos, pero tenía que ser firme con el.

Deja vu 《Pearce Joza》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora