15. these boots are made for walking.

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Gia no había visto a Sophie, la chica tenía un despecho tan grande que apenas salía de la cama, agradecía secretamente no verla, porque eso complicaría muchísimo lo que estaba haciendo y el fuerte sentimiento de culpa que la había arropado desde esa noche.

Esa noche que metió a Milo en su cuarto, con otras intenciones y su plan comenzó a avanzar.

Gia se puso la chaqueta de cuero, bajando las escaleras, esperando secretamente no toparse con Sophie, pero para su sorpresa, la castaña estaba en el sillón, echa bolita mientras comía el almuerzo que Gia le había dejado guardado en el horno.

-Oh- soltó sin pensar bien que decir, Sophie la miró sin entender el porqué de su reacción- no esperaba verte levantada. Me alegra mucho que estés mejor.

Estaba malditamente nerviosa.

-Tenia hambre- se encogió de hombros la castaña- Gracias por guardarme comida- alzó el tazón dónde los tallarines de encontraban. Gia le sonrió suavemente.

-No hay de qué- dijo con una sonrisa- escucha, debo salir un par de horas pero no tardo.

Sophie asintió:-De acuerdo, cuídate mucho.

-Lo haré- sonrió sin estar muy segura, respiró hondo, hasta sentirse segura de hablar- nos vemos más tarde, Soph.

Dicho esto, salió apurada por la puerta principal, dejando atrás todo el remordimiento y arrepentimiento que abundaba su torrente sanguíneo. Sus pies avanzaron rápidamente por el jardín delantero hasta el Tesla negro aparcado en la fachada de la casa. Abrió la puerta y automáticamente entró, esperando que su amiga no se le ocurriera ver por la ventana.

-¿Apurada?- se burló el pelinegro, ella rodó los ojos, inclinándose para darle un beso en la mejilla.

-Callate, y conduce- pidió, mientras veía la casa quedar atrás. Milo conducía tranquilamente, mientras las bolsas de comida estaban en la parte trasera del auto.

-No deberías hablarme así en nuestra primera cita.

[...]

Gia y Milo estaban sentados en un mirador de Los Angeles, ella no sabría decir cuál pero habían venido una vez con todo el grupo, ella había tomado la foto de todos, recordaba que Ariel tenía el cabello un poco corto. La chica bebió de su lata de coca cola mientras Milo abría los empaques con el sushi que había comprado.

Gia claramente había pasado los últimos días pensando en Pearce, Ariel no había mencionado absolutamente nada sobre el tema y ella tampoco lo trajo a colación, intentaba evitar por completo el hecho de que el se había besado con esa extraña en la discoteca.

Ojalá le de una enfermedad, pensó.

-Estás muy callada, eh- comentó Milo, ella se encogió de hombros- ¿Es el sentimiento de la culpa?

Gia bufó:- Cállate, no actúes como si tú no lo disfrutas también.

El asintió como dándole la razón, continuaron conversando, cuando el móvil de la chica vibró, era un mensaje de Chandler.

chandler: GIIII, nos veremos
esta noche para comer algo
en un rato, mejor dicho
¿pasamos por ti y Sophie?

Gia suspiró, su boca se abrió en una pequeña O, torció la nariz, no podía decirle dónde estaba.

Gia: no puedo hoy :/
será la próxima
pásenla bien<3

Asintió satisfecha con su respuesta, y continuó hablando con su amigo, quién accedió a poner música vieja que le gusta a Gia.

Deja vu 《Pearce Joza》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora