6. california dreamin'.

141 11 13
                                    

.
.
.

Gia había hecho un trabajo excelente ignorando por completo a Pearce, se había subido encima suyo y lo único que podía decirle, cuando era estrictamente necesario era un "hey".

Sophie se sentía mejor, ya no tenía gripe, lo cual era muy bueno, así Gia podía dejar de tener miedo que la chica le pegara el resfriado, aunque su amiga estaba cada vez peor del corazón.

Estaban almorzando en el comedor, cuando los chicos llamaron para que se sentaran juntos, Gia miró a Sophie, que se encontraba incómoda, jugando con las pastas, habían hablado cortamente sobre el tema, la chica quiso borrar ese sentimiento del pecho de su amiga, pero no pudo.

La neoyorquina evitaba la mirada de Pearce, pero estudiaba constantemente a Milo, quien se veía igual de afectado que Sophie. No entendía cómo es que se le hacía tan fácil lastimarla.

Estaban conversando sobre lo emocionados que estaban por la película, cuando Sophie se puso de pie, huyendo rápidamente de ahí, Gia miró preocupada hacia donde se había ido.

-¿Le pasa algo a Sophie?- preguntó Meg, bastante confundida, al igual que todos en la mesa. Gia se limitó a encogerse de hombros, ya que no pensaba contarles lo que Sophie le había dicho.

Unos dos minutos después, Milo también se puso de pie, con intenciones de ir por Sophie, Gia esperaba que resolvieran sus problemas. Luego de que la pareja desapareció, todos continuaron hablando.

-Nos veremos el viernes en mi casa- dijo Meg- espero que tu y Sophie puedan ir, será muy divertido.

La neoyorquina le sonrió, realmente le caía bien, pero negó con la cabeza:-Mi familia vendrá a verme el jueves y se quedaran hasta el domingo, lo siento.

-Ay, no te preocupes- le contestó la rubia-la próxima vez será.

Pearce miró a Gia, quería hablarle, invitarla a salir, pero la chica cada vez que el aparecía, huía. Como si fuera alérgica a él, no entendía porqué, se habían besado y en su opinión, habían sido buenos besos, no podía explicar que había hecho mal y porqué Gia parecía repelerle.

Luego de almorzar, la chica estaba libre, por lo que salió del estudio, Sophie no estaba por ningún lado, escuchó a alguien trotar hacia ella.

-Hola Pearciboo.

-¿Cómo supiste que era yo?- preguntó divertido, mientras aminoraba el paso, caminando junto a ella.

-Intuición- respondió, pero en realidad sabia que el se levantó de la mesa justo después que ella lo hizo.

Pearce tomó valor:- ¿Harás algo más tarde?- Gia se detuvo, mirandolo- digo, para dar una vuelta o tomar algo.

Las detestables mariposas se hicieron presentes en su estómago, dudosa, quiso negar pero al ver la sonrisa tímida de Pearce no pudo negarse.

-Bien, no tengo nada que hacer más tarde- aceptó, haciendo que la sonrisa de Pearce se ensanchara- ¿a donde vamos?

-Podemos ir a comer un helado a la playa- ella sonrió ante el plan- o lo que quieras, ¿que dices?

-Vamos por esos helados.

[...]

Pearce y Gia caminaban por la playa, mientras comían helados de fresa, estaban en silencio, hasta que la chica se detuvo a recoger una concha marina, Pearce la miró confundido:-¿Qué haces?

-Solo recojo algunas- se encogió de hombros, el tomó una, dándosela- gracias- sonrió.

-¿Te gustan las caracolas?- preguntó, ella asintió, en un gesto de más o menos.

Deja vu 《Pearce Joza》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora