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.Gia estaba en el gimnasio, hacia sentadillas mientras sus air pods le proporcionan una de sus canciones favoritas, siempre escuchaba música vieja, desde los sesenta hasta los noventa, claro que tenía música actual, pero algo que siempre la hacia sentir mejor, era ese toque original en las viejas canciones y la diferencia entre los sonidos, las voces, los arreglos.
Comenzó a saltar la cuerda luego de terminar las sentadillas, no tenía un entrenador en Toronto, ni en los angeles, no iba a tener uno en cada ciudad por lo que armaba sus propias rutinas.
-Ya casi terminamos- se dijo a si misma.
Quiso pensar en Pearce, pero sus pensamientos se dirigieron, a qué quizás no era tan buena idea involucrarse, ya que todo siempre terminaba mal, además, el no la había buscado mas, ¿y si ya no tenía interés en ella?
Cuando salió del gimnasio, subió al Uber, que la dejó en el taco Bell más cercano, no tenía tiempo para quedarse ahí, sudada y cansada, asi que pidió para llevar, cuando llegó al apartamento, Milo y Sophie iban saliendo, al menos ellos si estaban mejor.
-No deberías comer pesado si acabas de entrenar- recordó Milo, señalandola burlón, ella le enseñó el dedo.
-No te metas en mis asuntos Manheim.
Dejó la bolsa en su tocador, caminando hacia el baño para cambiarse, encendió un incienso de cereza y se bañó, una vez que estuvo cambiada y relajada, se dispuso a comer cuando tocaron la puerta.
-Heather si eres tú te pateo esa bonita nariz que tienes.
Escuchó una risa masculina que reconocía, se congeló, con la mano en la perilla, respiró profundo, mientras el olor a cereza comenzaba a impregnar la habitación, abrió la puerta, encontrándose con la sonrisa gigante de Pearce. Su corazón latió con fuerza, mientras intentaba disimular su nerviosismo y sus piernas que temblaban al verlo, inmediatamente, los recuerdos de aquella noche la invadieron, causándole tal escalofrío, que pensó que el se había dado cuenta de que se estremeció.
-¿Qué mierda haces aquí?- preguntó con el ceño fruncido- ¿Cómo entraste?
El castaño le sonrió:-Heather me abrió y me dejó pasar, en realidad iba saliendo, entonces... hola- saludó.
-Hola.
Ambos se miraron por unos minutos, ella suspiró pensando en los tacos que había dejado sobre su cama, el tomó valor para hablar.
-Me has estado evitando toda la semana, Gia- ella se removió incómoda, no podía decirle que en parte se debía a qué estaba con Sophie- ¿Hice algo que no te gustó? Si es eso, lo siento mucho. No quería hacerte sentir rara o...- ella negó- ¿entonces que pasó?
Suspiró.
-Estoy haciendo menos doloroso lo inevitable- respondió ella, mientras se pasaba una mano por detrás de la cabeza, soltando sus sentimientos- ya sabes, pasamos un momento bueno el otro día pero la verdad es que, vas a darte cuenta que sólo era un capricho y yo... no pienso llorar por ti.
Pearce estaba un poco aturdido por tanta información de golpe, negó con la cabeza pero no fue hasta unos segundos, que por fin pudo hablar.
-¿Qué te hace pensar que eres un capricho?- preguntó con el ceño fruncido. Gia suspiró- Gianna, responde.
-¡Nadie nunca me llama Gianna!- chilló avergonzada, confesando- sabes que odio que me llamen por mi nombre completo, era un secreto. Bueno, se que lo soy, la primera vez que nos besamos actuaste cómo si nada, y la segunda también, ¿que me hace pensar que esto será distinto?
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Deja vu 《Pearce Joza》
Fanfic"-Eres mala- dijo Pearce con diversión, mientras la chica chasqueaba la lengua. Se acercó lentamente hacia ella, tomando su cintura- eso es sensual". Gia es algo así como un lienzo lleno de distintos colores, es muy distinta a cualquier chica que P...