【 un solo niño, el cual tiene la peor manera de vivir con los seres que los considera "padres", pero un día nuevos vecinos llegan a su vecindario lleno de casos y mucho drama.】
-¿sere feliz algún dia?- hablo tímidamente con voz baja.
❏ historia hina...
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—¿Hajime tienes las llaves verdad?— su pareja fue donde se encontraba el en estos instantes.
—cariño no te preocupes, parece que nos mudamos— el castaño fue donde el albino y lo agarro de la cintura poniendo su barbilla en el hombro de su pareja.
—¿Quieres que te recuerde la razón?— desvío la mirada con el ceño fruncido ignorando la expresión triste de su pareja.
El castaño se reincorporó y en un descuido de parte del de ojos gris agarro la parte de arriba de la cintura y empezó a cosquillearla sacando varias risas del albino.
—H-HINATA! JAJAJ BA-BASTA JAJAJ— el albino estallo en un mar de risas mientras que se intentaba librar del ataque "sorpresa" del castaño y sin previo aviso ambos se tumbaron en el sillón de la sala.
—¿Porque no dejamos esta cita para otro momento?— el castaño se puso encima del albino, claramente después de haber dejado todo cansado a su pareja viéndolo sumido.
—n-no— el albino dio un beso al castaño retomando la posición y dejando al de ojos verde abajo de él—ya hemos quedado, cariño— y sin más se levanto para buscar su chaqueta.
"Joder, como lo amo" ese el el pensamiento del día de Hinata.
Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos por el clásico sonido del timbre. Hinata fue haber quien era y vaya que era una inesperada visita a ultimo momento.
—señora ouma, buenos dias— el castaño vio extraño que la señora pareciese preocupada —¿Que pasa?—.
La mujer solo se limito a intentar explicar su situación al castaño —Hoy una vieja amiga mia me ha invitado a su boda como su madrina y lamentablemente no puedo llevar a mi bebe conmigo...— el castaño supo lo que trataba de decir.
—...¿Quiere que lo cuidemos?— el gesto alegre de la mujer fue muy evidente dando como respuesta un sí.
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No entendía nada. Su madre simplemente lo agarro a la fuerza y lo dejo en una puerta desconocida; sin embargo, recordo las palabras de su madre "quédate quiero, que alguien se encargara de ti".
