【 un solo niño, el cual tiene la peor manera de vivir con los seres que los considera "padres", pero un día nuevos vecinos llegan a su vecindario lleno de casos y mucho drama.】
-¿sere feliz algún dia?- hablo tímidamente con voz baja.
❏ historia hina...
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Algo no andaba bien.
Últimamente el trabajo de komaeda se estaba poniendo más pesado, eso el suponía, debió a que siempre su pareja volvía frustrado o cansado y suspirando.
Escucho la puerta abrirse y con ello su amada pareja de cabellos blancos suspirando cansado como últimamente lo estaba haciendo.
—¡Hajime, ya llegue!— grito Nagito quitándose los zapatos para acomodarlos en un lado y caminar lentamente en el limpio piso.
—¿Como te fue hoy, cariño?— El castaño se acerco al albino sujetando sus hombros mirándose frente a frente.
—Como siempre... supongo— Estaba cansado y necesitaba ir a su cama a darse una siesta de tal vez una hora para recuperar esas energías que necesita.
Hinata no le gustaba ver así a su pareja, siempre estaba con una amigable sonrisa o con muchas ganas de pasar tiempo juntos pero estas semanas estaba agotado e irritado.
Se tienen mucha confianza. ¿Porque ahora pareciera que ya no existía esa confianza?
Hinata no iba a sentirse desconfiado ante su pareja, a veces necesitaban respetarse su privacidad de cada uno.
Pero al menos desea saber si es un problema grave o no.
—ve a descansar, cariño, yo me encargaré de la cena— "otra vez".
Nagito miro con una débil sonrisa al castaño y fue a paso lento a su cuarto para poder descansar.
Hinata ahora era el que estaba suspirando.
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Su madre estaba extraña.
Kokichi no entendía que estaba pasando con su madre y se sentía algo incomodo en la manera como actúa no solo con sus amigas y su padre sino como actuaba con el últimamente.
