Capitulo 2

3.5K 310 532
                                    

El brillo del sol lo despertó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El brillo del sol lo despertó. Pestañeo y se levanto de la cama matrimonial.

Vigiló a su costado y al ver que dormía un albino de manera calmada no puedo evitar sonreír. Sin más acaricio la suave cabellera blanca para despertarlo.

El albino abrió lentamente los ojos, mirando a su pareja sonriendo como nunca mientras lo acariciaba.

— buenos días cariño...— saludo el castaño de ojos verdes al ver despierta a su pareja.

—...buenos días, Hajime...— devolvió el saludo con sueño mientras se estiraba para despertar las articulaciones.

No llevaban mucho tiempo en una relación, pero para la vista de muchos, era sana y respetuosa.

Casi nunca peleaban, y si pasaba era porque Nagito no quería comer como se debía o porque hinata se olvidaba su propio cumpleaños, el cual al final no le importaba.

—levántate cariño... ire hacer el desayuno —sin más le dio un beso en la frente y se levanto de la cama para bajar a la cocina.

El albino sonrió gentilmente para coger su celular y miran uno que otra cosa que rondaba por internet en estos tiempos.

Cuando sintió el olor a huevos fritos, decidió bajar y mirar a su esposo sirviendo lo que seria su desayuno.

—ven siéntate— se sento donde su esposo le indico para empezar a comer con gusto su desayuno.

—esta rico, tienes un gran talento para la cocina— nunca paraba de repetirlo, pues la comida de su pareja era de la más rica que el haiga probado.

—me alegra que te guste, pero eso no quita el hecho de que no te tomes todo el jugo—.

—ya seee, pero me lleno fácil hajime y lo sabes...— se estiro un poco más de manera floja pero efectiva.

El desayuno fue tranquilo y con temas simples de conversación.

—sabes... la vecina ayer me invito a su casa— saco otro tema el albino.

—oh!...¿era agradable?—.

—mmm... fue muy amable la verdad, aunque no me gusto el hecho de como trataba a su hijo...—miro el plato vacío con el ceño fruncido, recordando las palabras crueles de aquella mujer.

—nunca escuche que tenía un hijo... ¿como era?—recogió el plato de su esposo y el suyo para ponerlos en el lavadero y enjuagar los.

—bueno... era igualito a su madre, pero más tímido, tartamudeaba mucho y era calladito. Era un buen niño... yo lo se...— sonrió inconscientemente al recordar al pequeñín.

Ambos admiraban el hecho de tener hijos, pero al ser los dos hombres era prácticamente imposible. Tampoco era que este bien aceptado las adopciones con padres homosexuales. Sin embargo afrontaron y aceptaron la realidad, además, aun no obtenían el completo derecho para poder casarse.

✿𝕊𝕖𝕣 𝕦𝕟𝕒 𝕗𝕒𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora