capitulo 8

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—¡ERES UN IDIOTA!— Komaeda grito lo más fuerte posible intentando contener las ganas de cometer un homicidio en aquella casa donde la posible víctima sea su actual pareja

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—¡ERES UN IDIOTA!— Komaeda grito lo más fuerte posible intentando contener las ganas de cometer un homicidio en aquella casa donde la posible víctima sea su actual pareja.

—También te amo, Nagito— Miro de reojo como es que aquella respuesta había dejado rojo el rostro del albino. Ya estaba acostumbrado a sus regaños de parte del otro.

—!¿Me puedes explicar porque rayos el té que preparamos tiene sal?!— Nagito se recompuso de manera inmediata ante las anteriores palabras del castaño.

Okay, un error lo comete cualquiera pero la cosa era que Hajime llevaba confundiendo la sal y la azúcar desde ya un año, Nagito tienen un limite de paciencia y si no cambiaban aquel mal habito de su pareja posiblemente quede envenenado por la comida que le dará el castaño en algún punto de su vida.

Hajime no mentiría si dijera que la sal y la azúcar parecían lo mismo, aunque Nagito con mucho gusto le explicaría la contextura, sabores, color y diferentes datos que pueden diferenciar los condimentos entre sí; él, aun así, se quedaría a escuchar infinitas veces todo lo que el albino quisiera decirle.

—Creo que deberíamos ponerle más que todo una etiqueta, cariño— Dejo el celular por una parte del mesón de la sala y se levanto camino al albino.

—Bueno, tienes suerte porque mañana tendremos que ir a comprar— Era claro que el albino se encargaría las etiquetas y si eso no funcionaba para después lo mandaría a un oftalmólogos, para que le revisen la vista.

El castaño se acerco al albino y con un abrazo inesperado de este se acerco su rostro y dejo varios besos por todo el rostro sacándole una que otra risa.

—Yo te dije te amo, ¿no me vas a corresponder?— siguió besando el rostro de su pareja quien estaba a más rojo posible.

—Eres un idiota, pero aun así, Te amo— y con ello dieron un beso de manera calmada y lenta mostrando dulzura y amor en sus movimientos.

Se separaron y fueron agarrados de las manos hasta el cuarto para dormir juntos, acurrucados uno sobre el otro sintiendo la calidez presente entre sus cuerpos.

Se separaron y fueron agarrados de las manos hasta el cuarto para dormir juntos, acurrucados uno sobre el otro sintiendo la calidez presente entre sus cuerpos

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El primero en despertar fue Hajime, quien una vez ya despierto en camino a la cocina para hacer el desayuno antes del trabajo.

Sonrió al mirar por la puerta de la habitación el cuerpo relajado de su pareja, simplemente hermoso.

Durante el transcurso del tiempo, para hacer el desayuno porque no sabe hacer nada más que un huevo y un jugo de naranja, decide recopilar todos los momentos entretenidos hasta ahora.

Cuando llegaron más que todo fue para salir de aquella presión social en su cuidad estatal donde la homosexualidad es nada más que un pecado a la religión. Hasta sus padres de él pensaban lo mismo y constantemente invitaban a una amiga suya con su hija para que se hiciera amiga de hajime y si era posible, que sean pareja.

Con solo pensar eso le llenaba de estrés, sus padres nunca aprobaron la relación que lleva con Nagito. Por otro lado, Nagito al no tener padres o tutor en su vida de adolescente no le era necesario buscar la opinión de sus padres. Pero aun así, el fue ante su tumba y pidió formalmente que si podía hacer pareja de su hijo y ambos tomaron como un si el momento donde las flores de los arboles, en aquel lugar, empezaron a caer de forma suave.

Aun tiende a comunicarse con sus padres, ya que gracias a ellos pudo crecer en buena salud, estudiar, aprender varias cosas, entre más. Nunca les negaría un favor porque sin ellos su vida hubiera sido simplemente difícil y desastrosa.

Su vida como un adulto era desastrosa mejor dicho.

El no era el maduro de la relación si así alguien lo ponía, pues solo se puede ver como creció su cuerpo pero no su mentalidad pareciendo el mismo crío de quince años, mientras que por otro lado estaba su amado, su pareja, quien creció sin un lado materno ni paterno y al sobrevivir tuvo que madurar de manera rápido siendo él más capacitado para tomar una decisión en esta relación.

Pero si alguien le preguntara "¿Entonces cambiaras por el?"

El diría que no. Tiene sus razones y es que si Nagito se enamoro y lo acoso, literalmente, durante la etapa en la preparatoria es porque su característica personalidad y aun si durante los años no mostro progreso en madurar como se debe no le importa porque si aun siendo como es puede ser feliz entonces seguirá dejando que fluya los ríos, como la vida propia.

—¡Hajime!— grito su pareja, mirándolo con un rostro en señal de regaño por ignorarlo.

Ni siquiera se acordó cuando llego y ya estaban desayunando. Sus pensamientos si que daban un buen golpe para no recordar bien que le decía su pareja.

—Perdón, jaja— saco una risa nerviosa mientras se levantaba y agarra la jarra de jugo de naranja para volver a servirse un tanto de más.

El peli blanco saco un suspiro para luego mostrar una sonrisa —¿Sabes que dia es hoy?— y aquello era señal de alerta.

Tenía que pensar con claridad, porque lo que responderá sera una afirmación de que hoy dormirá en el sillón o no.

¿Nuestro aniversario?

No, no estamos casado... aun.

¿Nuestra primera cita?

Eso fue hace meses, creo.

¿Mi cumpleaños?

Lo habíamos celebrado hace también unos meses.

¿Tenemos que visitar a sus padres?

Si, ¡eso debe ser!

—¿visita a mis suegros?—dijo con todo nervioso y clara evidencia de miedo ante el rostro incrédulo de su pareja.

—si... sera a por las 3 de la tarde, asique te quiero bien preparado hajime— y con ello el albino salió, no sin antes lavar su plato donde comió su desayuno.

Hajime soltó todo el aire que aguanto hasta que el albino saliera de la cocina.

Lo había hecho, no sabe como pero se salvo de la renegada más grande en su vida.

Se levanto, se alistó y se fue simplemente al trabajo tomándose por la vista al chico, hijo de su vecina, jugar con el peluche que le regalo en el dia que fueron al zoológico.

Aquello le causo ternura y una sonrisa con mucho que decir.

Aquello le causo ternura y una sonrisa con mucho que decir

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TARDEEEEEEE

Si amiguitos, aquí los suegritos del hajime tan tiesos.

Sayonara!

✿𝕊𝕖𝕣 𝕦𝕟𝕒 𝕗𝕒𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora