—Hajime! Ya llegue— suspiro alegre, esa tarde no hubo muchas complicaciones y no estaba ella para molestarle todos los días como normalmente lo haría.
Se adentro con curiosidad al no tener alguna respuesta de su pareja, siendo que este no estaba en la cocina o sala, asique se adentro a buscar en su cuarto compartido.
Abrió con mucho cuidado la puerta, pues tampoco es que quería hacer mucho ruido y se sorprendió al ver la imagen que se quedaría grabada desde ese día en su mente.
Su amado Hajime estaba durmiendo al lado de aquel curioso niño de cabellos morados y cuerpo delgado.
Sonrió con ternura al ver semejante imagen, obviamente le tomo foto con su móvil. Su nariz empezó a picar por el olor a podrido del jugo de fresa que estaba en su repisa.
Supuso que merendearon algunas galletitas con jugo de fresa.
Agarro el plato con algunas migajas y los dos vasos donde estuvo el jugo de fresa, uno vacío y otro a la mitad, y los llevo a la cocina para lavarlos.
Desecho el jugo de fresa del casi más grande y lo puso a lavar con el plato y el otro vasito más pequeño siendo que después los dejo secar.
Fue arriba otra vez donde los dos cuerpos reposaban en la cama tranquilos y con el sueño pesado. Tenía que despertarlos debido a que ya se acercaba la hora de cenar, y ellos no podían quedarse sin comer.
—Hajime... Hey, Hajime, despierta— movió con algo de brusquedad el cuerpo del castaño, recibiendo un bostezo bastante sonoro en la habitación.
El menor se revolvió en la cama por el ruido para simplemente acomodarse y seguir durmiendo.
El peli blanco estaba un poco dudoso del porque el niño de pelo morado estaba en su casa, creando mil escenarios de su pareja haciendo actos contra la ley, de solo imaginar que su pareja fue y secuestro, literalmente, al menor le empezó a poner los pelos de punta.
Pero de pronto vio como el menor se acercaba al castaño para abrazarlo y dormir aun más cómodo.
Nagito vio eso muy tierno pero luego recordó que tenía que despertar a su pareja y sin piedad alguna lo tiro, jalandole de los cabellos, de la cama.
—¡Auch-!— gimio de dolor cayéndose de la cama, obviamente evitando mover mucho a Kokichi.
Miro al que provoco su caída de la cama hasta el suelo topandose con la fija mirada de Nagito.
—Hajime Hinata, más te vale tener una buena explicación del porque él peque esta aqui— aquello le puso nervioso al castaño, pero con tranquilidad se paro del suelo de la habitación y llevo al peli blanco a la sala para más privacidad en tocar el tema.
Kokichi lentamente empezaba a despertar, se levanto de la cama y rozo sus manitas sus ojos para tener más claridad en la vista de donde estaba.
Se sobresalto al ver que no era su casa. Ahora estaba teniendo mucho miedo nuevamente, ya que nunca descanso en otro lugar que no sea su casa.
Su pecho empezó arder debido al miedo de la simple idea de haber sido secuestrado o robado incluso.
Miro fijamente el sitio y se sorprendió al ver que no era en nada parecido a los lugares donde llevan las personas malas a sus víctimas, según las películas y series de la TV. Este lugar tenía un color más vivo, la cama estaba en un buen estado.
Estuvo un momento intentando recordar del como llego aqui, hasta que al fin un recuerdo le llego poniendo su mente ya al tanto.
Después de aquel inexplicable suceso del porque todo su cuerpo ardía mucho y no podía respirar, el don erizo lo había llevado a su hogar dejándole dormir y al despertar vagamente pudo comer algo para volver a quedar dormido junto con don erizo.
Se levanto de la cama dando rumbo a la puerta, saliendo de la habitación queriendo buscar el paradero del don erizo. Cuando empezó a bajar de las escaleras unas voces se escuchaban cada vez más fuerte y cuando ya estaban de manera clara lo que decían se agacho e intento escuchar algo.
—¿Crees que deberíamos demandar a esa mujer?— esa era la clara voz del señor esponjosin.
—No es que creo, es que debemos Nagito— sonrió al saber que esa era la de don erizo, pero se preocupo al escuchar que este estaba... ¿Molesto?.
Intento escuchar un poco más pero se termino cayendo de las pocas escaleras que sobraban, siendo estas unas cuatro.
El menor se puso nervioso e intento esconderse tras una silla, aun teniendo pegado las vistas de aquellos dos hombres.
—kokichi, sabemos que estas alli— era el tono dulce del señor esponjosin, asíque con algo de miedo se dejo ver completamente.
Nagito hizo una señal con sus manos dándole entender que se acerque en donde estaban ellos. Kokichi obedeció al segundo intento, se acerco algo tembloroso y siendo cargado por el castaño hasta un sofá donde luego de dejarlo allí ambos hombres también se acomodaron y se sentaron.
—peque, debemos hacerte unas cuantas preguntas...— Nagito estaba algo inquieto y era inevitable verlo, por ende, Hinata acerco su mano para entrelazar la con la del albino.
—¿pr-preguntas...?— sus palabras estaba saliendo con temor pero una caricia en el pelo lo hizo ponerse más tranquilo.
—Solo queremos saber algo sobre tu madre— ahora era Hinata quien hablaba.
El menor no entendía y miro algo confundido a los dos hombres.
¿Porque querían saber de su madre...?
—...¿m-mi ma-mamá?—.
Nagito le volvió a dar otra caricia en su cabecita y proporciona dándole una sonrisa combinada con preocupación.
Cuando el menor se empezó a relajar por las caricias del albino los dos hombres mayores allí se miraron y de una empezaron a preguntar con cuidado en sus palabras al menor quien solo respondía entre dudas y negaciones, cuando respondía de manera afirmativa se veía como el castaño estaba a nada de querer golpear algo.
Esa noche revelara ciertas cosas que nadie puede ver de una familia considerablemente "perfecta".
Capitulo corto jijija
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✿𝕊𝕖𝕣 𝕦𝕟𝕒 𝕗𝕒𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒✿
Random【 un solo niño, el cual tiene la peor manera de vivir con los seres que los considera "padres", pero un día nuevos vecinos llegan a su vecindario lleno de casos y mucho drama.】 -¿sere feliz algún dia?- hablo tímidamente con voz baja. ❏ historia hina...