Capitulo 10

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Kokichi ni bien despertó escucho un sonido de un plato siendo fuertemente quebrado; supuso que era otra pelea de su madre y su padre, esto solo empeoraba pues ya pasaron semanas de sus primeras peleas y en lugar de querer arreglar las cosas solo e...

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Kokichi ni bien despertó escucho un sonido de un plato siendo fuertemente quebrado; supuso que era otra pelea de su madre y su padre, esto solo empeoraba pues ya pasaron semanas de sus primeras peleas y en lugar de querer arreglar las cosas solo empeora.

Se sentía cansado, esta situación solo lo ponía angustiado y más solo que antes, a veces deseaba tener alguien o un amigo cerca para poder dejar de sentirse tan mal.

Suspiro y miro el calendario, algo roto pero útil a su parecer, viendo que dentro de dos semanas llegaría el cumpleaños de su madre.

Era sin dudas el peor dia del año, y el que más le da miedo, claro... aparte de su cumpleaños siendo una fecha que también le da miedo.

Se paro de su caba y fue con mucho pero muy cauteloso abajo donde supuestamente estaban sus dos queridos padres haciendo cada uno ignorandose entre sí; su madre cocinaba, quien sabe que cosa, mientras que su padre se centraba en ver la TV.

Bajo de manera lenta y se sintió algo feliz de saber que hoy era sábado, por lo cual no tendría que ir a la escuela pero luego un sentimiento de angustia llego sabiendo que tendría que quedarse en casa con su madre y no le gusta para nada eso.

—ma... ma-mami— dudo un hablar pues si su madre estaba enojada era mejor evitarla pero eso solo la molestaría porque odia no ser el centro de atención.

—DIOS CALLATE— grito enojada y le lanzo la cuchara de madera que tenía cayéndose en el rostro del menor.

Esta vez fue en el ojo, y empezó a lloriquear débilmente intentando aguantar el dolor, si su padre estaba allí, también molesto, con solo llorar frente a el solo conseguiría que este le replique que los hombre débiles lloran.

Su madre sonrió intentando agarrar algo y lanzarselo a kokichi para desquitarse, el menor viendo el objetivo de su madre empezó a correr fuera de su casa, pues esconderse dentro nada más conseguiría otro cuantos golpes; aprovecho que no dejaron la puerta con seguro y ni la cerraron, entonces avanzo y se escondió con el montón de flores en su jardín, las cuales comenzaban a marchitarse por la falta de cuidado.

Sin ver rastro de su madre cerca, supuso que solo se frustro más y se quedo callada cocinando malhumoradamente.

Kokichi no aguanto el dolor y empezó a llorar, con mucho cuidado de no ser escuchado pero lo suficiente como para poder sentir menos peso dentro de si que cada vez más lo consumía.

Cerca de allí solo se escucharon llantos débiles, siendo nada más el menor deshaciéndose.

—¡Hey!, ¿Esta todo bien? ¿Porque lloras?— se sobresalto y levanto la vista viendo como el don erizo se encontraba justamente viéndolo a el tras la cerca de madera, sosteniéndose justamente con ella.

✿𝕊𝕖𝕣 𝕦𝕟𝕒 𝕗𝕒𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora