La mañana llegó, no pude cerrar los ojos en toda la noche, había llorado de impotencia, de dolor, mi niño despertó, se tallaba sus ojitos, me miraba con ternura - Papi... qué pasa?, estas triste? - me dijo, acariciaba mi cabello con ternura, sus manitas me daban el calor que necesitaba.
- Un poco pequeño...
- Cuando estoy triste tu me das abrazos, pero quién te dará abrazos si tu estas triste?.
- Tu mi amor, tu me daras todos los abrazos posibles -el se bajó de la cama me abrazó con todas sus fuerzas y lloré, lloré de nuevo.
- Perdona a papi, es muy lloron - el secó mis lágrimas, me daba besos repartidos en mi cara, sin duda era un niño lleno de amor.
- Soy muy pequeño todavía, necesitas un abrazo mas fuerte, le diré a papá que te abrace, si?.
- No.. no es necesario - la puerta de la habitación fue tocada, era mi madre quien venía por nosotros.
- Bajemos a desayunar, si?, limpiate esa cara, echate agua fria, tus hermosos ojos no se ven bien irritados de tanto llorar, ok? - era una mujer tan amorosa.
- Perdoname, perdoname, por no ser tan valiente, por ser tan lloron y débil.
- Eres un omega que sacó adelante a su cachorro, eres tan fuerte que incluso enfrentaste a Otabek , cara a cara, gracias por amar tanto a mi hijo, gracias por darme a mi nieto, pero ya es suficiente, vete Yuri, regresa a tu ciudad.
- No me quieres aqui?.
- No es eso, solo a mi hijo se le olvidó todo lo que sufrió cuando te fuiste, se le olvidó la determinación que tenía por encontrarte, así que debemos darle un empujón, entiendes?, ese niño necesita una buena lección, tu ausencia lo será - asenti sin comprender del todo sus palabras.
Bajamos a desayunar, mi niño como siempre pegado al alfa azabache, debían recuperar tiempo juntos, el ambiente por los dos era demasiado tenso, no necesitabamos hablar para que ellos comprendieran que todo estaba mal.
Los días transcurrían, no hacíamos más que ignorarnos, las cosas con el restaurante estaban bien, dentro de lo que cabe, una parte de mi estaba resignada a que mi historia con Otabek , fue pasajera, pero otra no tanto, otra parte de mi necesitaba tenerlo cerca.
La noche llegaba a sacudir nuestros pensamientos, buscaba un poco de agua cuando me lo topé en la cocina, el silencio era lo único que nos quedaba, era lo único que nos unía, había pensado en la idea de mi madre, irnos, volver, senti que era la oportunidad indicada para hablar de ello - Volveré con Viktor... - logré captar su atencion.
- Cuándo se irán?.
- Lo mas pronto posible.
- Cuándo volverán?.
- Aun no lo sé, quizá en algunos meses.
- Quisiera hablar contigo sobre...
- Otabek - lo interrumpí, en ningun momento lo miré a los ojos - contratemos a un abogado, veremos los tramites para que Ian lleve tu apellido, lo que sea necesario, aun si no regresamos las puertas de la casa de mi hermano estan abiertas, puedes ir cuando gustes.
Los días transcurrían, Ian entendió perfecto que debíamos volver, y aquel dia llego, guardaba nuestras cosas en la maleta, mi pequeño lloraba sujetándose de los brazos de su padre, mi madre me abrazaba fuerte - No tardes demasiado en volver, si?.
- Te llamaré cada día mamá.
Mi cachorro se abrazaba de su abuela, había decidido irnos solos al aeropuerto, al verlos no tendría el valor de irme, quizá si era necesario que el y yo estuviéramos solos, para pensar, recapacitar.
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Mi Único Amor
FanfictionYuri Plisetsky ha sido rescatado de las calles, por fin tiene una nueva oportunidad, de tener su final feliz, pero que sucederá, cuando se enamore de su salvador?. Otabek Altin sin duda es... Su único amor