-Nunca nadie en el mundo conseguirá echarte de menos.-le espeto sin la más mínima consideración.
-Que poco respeto, Lauren no le has enseñado modales a nuestra hija, ¿no?-se ríe de una forma casi maquiavélica.
Mamá sigue paralizada del miedo y en el fondo la entiendo. Yo también estoy así aunque no lo parezca. Esto en serio es una horrible pesadilla.
-Mira, deja a mi madre en paz y dinos de una vez que haces aquí antes de que te denuncie.
Estoy muy sorprendida de la valentía que tengo ahora mismo. Realmente esta no soy yo. Yo ahora mismo estaría debajo de la mesa chillando y tirandome de los pelos como una lunática.
-¿Denunciar? Por si no te has enterado ya no tengo que estar en la cárcel. Por lo visto mi tiempo allí ha acabado.
-¿Qué?-mamá está horrorizada.
-Si te quedan como mínimo cinco años más...
-Me han rebajado la pena por cooperar.
Eso es terrible, ¿significa que andará suelto por ahí como una persona normal, porque él es todo menos normal.
-¿Por cooperar? ¿Qué les pasa a los jueces? ¿Es que nadie ve como es realmente? ¡Eres un jodido criminal!-vocifero.
Vale, ya volvió la histérica doña Sarah Hale, la valentía saltó por la ventana hace exactamente doce segundos.
-Necesitas tranquilizarte, pareces un poquito nerviosa, ¿no?
-¿Yo? ¡¿Tranquilizarme?! ¡Y unas narices!
-No te pongas así, no puedo vivir con vosotras por la denuncia que me pusiste, pero tengo el derecho de visitarte, Sarah.
Si no me desmayo en este momento es de milagro.
-¿Qué? No, no puede ser.
-Bueno, más que el derecho, tengo el DEBER. Así que tendrás que vivir conmigo durante unos días, tengo parte de la custodia.
Ahí si que desfallezco. Y me desmayo de una forma digna de ser filmada. Ni siquiera se como no me abro la cabeza al caerme al suelo. Noto unas manos familiares tocándome la frente para ver si estoy bien. Esa debe de ser mamá. Y luego diviso a mi padre mirando la hora pasivamente en su Nokia negro. ¿Como puede ser así de horrible? Debería de estar preocupándose por mí, acabo de caerme al suelo, por favor. Que asco le tengo.
Lo último que noto son unas lágrimas cristalinas recorriendo mi rostro.
* * * * * * * * * * * * * * * * *
Me rodea una absoluta oscuridad, por lo que me siento perdida. Ni siquiera recuerdo como llegué hasta aquí.En cuanto pienso eso, la sala se ilumina. La luz proviene de los muchos ventanales a los lados de la habitación y de las lámparas. Estoy en un despacho blanco, con todos los muebles negros. Yo diría que es parte de una oficina de periódicos por la gran cantidad de ellos que hay.
-Hola, ¿hay alguien ahí? ¿Donde estoy?
Me acerco hasta una mesa de reunión y cojo uno de los periódicos. En su portada hay una chica de ojos cansados, aún así con una mirada intensa. Su cabello era azabache y su rostro estaba pálido y perfilado, debido a la delgadez de la joven, no parecía muy feliz que digamos. Me resulta extrañamente familiar así que vuelvo a echar un vistazo rápido.
Esas ropas blancas y holgadas, esos ojos azules.
Soy yo.
No puede ser, mis caderas destacan y yo siempre tengo una mirada cálida, y esa chica tenía cara de pocos amigos. Parece como si me hubiesen puesto photoshop de una forma muy realista y cruel. ¿Qué hago yo en la portada de un periódico? ¿Qué es este lugar?
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Luces del alba
Teen FictionMi vida. Para muchos una vida perfecta. Me llamo Sarah Hale. Soy atractiva. Soy popular. Soy capitana del equipo de animadoras. Y mi nuevo novio es el chico más codiciado de todo el Jackson Memorial, Jonathan Walker. Las clases acaban de empezar y y...