Privilegiados

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¿Recordáis esas escenas de las típicas películas de adolescentes en la que la protagonista medio marginada, más inocente que un bebé, y enamorada de el chico más guapo del tuto, ve como su príncipe se sienta en la mesa de los populares, mientras abraza a su novia perfecta y modelo?

Pues estoy harta de ese punto de vista. Porque yo soy la novia y centro de los cuchicheos a todas horas. Soy de las populares. Y mi historia puede que no sea mejor que la de cualquier otra chica en este comedor, pero es la única que os puedo contar.

Llego a la mesa donde están sentados Jonathan, Ryan, Ally, Nissa, algunas del equipo de animadoras y también del equipo de fútbol americano. Según los rumores, llaman a esta mesa, 'la mesa de los privilegios'. Donde supuestamente nos sentamos los mejores, con mejor estatus. Los ricos y los populares. Casi todos son ambas cosas, yo sólo soy lo segundo, pero eso nadie lo sabe, claro. Soy de todo menos rica.

A ver, no es que nos falte dinero, no somos pobres, pero todo el dinero que teniamos era gracias al restaurante y al numeroso esfuerzo.

-¿Qué habéis cogido?-pregunto señalando la bandeja, aún de pie.

-La comida de aquí es todo grasa, no puedo comer eso -dice Melissa, la co-capitana del equipo de animadoras.

El menú es un horror, todo es cerdo revuelto en diferentes cosas que no dan buena espina. Espera, ¿seguro que es cerdo?

-Te he conseguido ensalada César -cuenta Jonathan, haciendo que me siente.

-Gracias -le beso-. Algo que tiene pinta comestible, yupi.

El sitio a mi lado está vacío, ahí se sienta Jac, que aún no ha aparecido por ninguna parte. Intento no pensar en eso.

-¿Qué tal las clases?-pregunto en tono casual.
-No consigo entender Tecnología. Y eso que lo intento -dice Ally, angustiada.
-Te dejo mis apuntes si quieres -se ofrece Jona. Van juntos a Tecno.

Ahí va mister perfecto. ¿Como es posible que sea guapísimo, popular, que saque unas notas increíbles, y sea el capitán del equipo de fútbol? A este paso le aceptarán en la universidad de Yale a la primera, con una beca completa.

Qué envidia.

-Gracias, Walker.

Por encima del hombro de Ally veo a Alex y Sebastian sentándonse en una mesa vacía, con las bandejas hasta los topes. Es sentarse, y al minuto, aparece Valery y todo su grupito para sentarse con ellos.

-¿Tenéis entrenamiento hoy?-pregunta Nissa.

-De fútbol sí, son los lunes, martes y viernes. Empezamos hoy a entrenar -explica Jonathan, entusiasmado.

-Yo no tengo entrenamiento de animadoras, nosotras somos los martes, miércoles y viernes -digo yo.

Mañana empiezo de nuevo a llevar el traje de animadora, como capitana que soy. Ya lo echaba de menos...

-¿Entonces entrenamos junto al equipo de fútbol los martes y viernes?-dice una chica del equipo.

-Al parecer sí. Pero ellos estarán en el campo y nosotras en la pista de atletismo. Aunque estamos cerca.

Jonathan aplaude, diciéndole algo a Ryan y luego me mira.

-Que buena noticia.

Dios, me come con los ojos.

-¡Estúpida! ¡Zorra estúpida!-chilla alguien.

Todo el comedor se vuelve en redondo. Annette Brians.

Luces del albaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora