Prólogo

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El amor puro de aquel par de jovencitos inocentes se disolvió entre la brisa, sus cuerpos fueron abatidos por la frialdad de las aguas de aquel rio acaudalado que los arrastró con brutalidad entre las rocas, el paso de los años logró fundir los restos de lo que fueron aquel par de amantes entre el pasto y los arbustos que conformaron el bosque, su amor había sido el fruto de aquel verdecer en primavera y cuando el otoño les sacudía con aquellos vientos helados y feroces, sus ramas se mezclaban en el más bello danzar recordando aquellos tiempos en los que bailaron una hermosa pieza de vals, incluso el invierno que abatió cada rastro bello de la naturaleza no terminó con el resto de lo que quedaba de ellos, pues con la venida de las estaciones el amor florecía nuevamente.

Las estrellas que habían sido testigos de aquel cruel arrebato brindaron el deseo de aquel amor prohibido que para la época no pudo ser.

Entre la agonía y la tristeza de su muerte su amor permaneció intacto, su corazón latería intensamente al encontrarse una vez más, en otra vida, en otra sintonía. Las noches estrelladas que se vieron en vida se reflejarían en aquel nuevo mirar...

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Advertencia:

El siguiente fanfic contiene temas que en absoluto no apruebo, ni se pretende romantizar de ninguna manera el contenido como:

Machismo, infidelidad, violencia

Los temas presentados en esta historia no pueden removerse o modificarse debido al contexto temporal en el que se desenvuelve la historia. Serán abordados desde un aspecto neutro que solo valoriza el contexto histórico de la época.

Durante 1950 el rol de la mujer  dependía mucho de la presión social de la época, las mujeres debían ser femeninas a la vez que interesantes, cumplir sin quejarse de las labores del hogar mientras su marido traía el dinero a casa, y sobre todo tener hijos. Según la tradición social, una mujer sin hijos no estaba "completa".

Las 8 reglas que debían llevar adelante.

Tener lista la cena

Lucir hermosa

Ser dulce e interesante

Arreglar siempre la casa

Hacer sentir al hombre en el paraíso

Preparar a los hijos

Minimizar el ruido

Procurar verse siempre feliz

Se suponía que se debían casar y mantenerse casados, no importa la miserable que fueras..

Nota importante:  Este es el segundo libro (continuación) de la saga décadas, si no haz leído 1850: Beso prohibido, te recomiendo ir a leerlo antes de continuar aquí.

La historia contendrá al finalizar cada capítulo una ilustración única sobre la trama del capítulo, las ilustraciones son un trabajo inédito de mi talentoso novio "Dagger".

1950: Promesa CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora