13

117 40 268
                                    

A pesar de que Jimin tenía no solo un plan bien elaborado, no entendía por qué en ese momento se encontraba buscando mil y un maneras para acercarse y obtener toda la atención de Yoonji, indagó en las técnicas que solía emplear con otras chicas, pero justo en ese momento ninguna le convencía del todo, solo deseaba obtener la manera de tirar a Namjoon en su carrera hacia Min. Jimin miró la espalda de aquel joven, como deseaba que aquel se tropezara o que se le cayera su estúpido y anticuado maletín, pero no, en ningún momento aquello sucedió, al contrario, Namjoon ya se encontraba sentado al lado de Yoonji sacando sus materiales.

Puedes tomar todas las herramientas que necesites Yoonji, para eso hemos venido, para aprender y compartir herramientas, y si te puedo ayudar en perfeccionar tu técnica con algún consejo no dudes en preguntarme, de todos modos estaré supervisando tus trazos — Namjoon le regaló una sonrisa a la jovencita quien mantenía su mirada clavada al paisaje.

—Gracias Namjoon — Yoonji le devolvió una sonrisa cortes complementando su agradecimiento.

Hasta ese momento Jimin había llegado, se posicionó frente a ambos jóvenes y tomó un respiro antes de observar la forma en la que aquel par ya se encontraban acomodados, no sabía si debía de sentarse en medio de ambos o sentarse a lado de Yoonji, el espacio en medio de ambos era muy incómodo, pues Kim no había tomado cierta distancia así que Jimin descartó aquella opción de inmediato.

— ¿Piensas que te pintemos a ti? — Namjoon miró a Jimin con desgano esperando a que se quitara de su vista — no estorbes, me tapas la perspectiva del paisaje.

— ¿Tú sabes de perspectiva? — Jimin dejó su caja justo al lado de Yoonji — si supieras de perspectiva entonces me dibujarías, pues aparezco en la perspectiva, no cubro "tu perspectiva", soy parte de ella, idiota.

—Ya veo que si eres inteligente después de todo — Yoonji sonrió y miró a Jimin sentarse a su lado, también dedicó curiosa un vistazo a la caja que en la tapa tenía el nombre grabado de Park.

—Solo es algo básico, veo que tu amigo es un total novato — Jimin tomó un lienzo, el más grande que reposaba dentro de aquella caja, después buscó un lápiz, uno muy desgastado, de hecho su tamaño era ridículamente pequeño, le sacó punta y acomodó el lienzo sobre sus piernas para poder iniciar a dibujar —. ¿Ya sabes que quieres pintar Yoonji?

—Aún no lo sé, hay muchas cosas que quiero pintar, pero no sé por dónde iniciar — Jimin miró de reojo a la joven que había traído con ella sus viejos dibujos, lo supo porque aquel dibujo que se encontraba suelto entre las demás hojas era el mismo que Jimin había visto aquel día en su casillero cuando la jovencita le entregó su libro, Jimin lo tomó en sus manos y lo inspeccionó por unos segundos, después lo dejó donde lo había encontrado y miró el cielo despejado, los árboles, los arbustos y el pasto.

—Yo ya sé lo que voy a dibujar, voy a dibujarte a ti — Namjoon pronunció con superioridad — me gusta como se ve tu perfil desde este ángulo, te ves concentrada, seria y destacas entre el color verde que nos rodea.

Jimin rodó los ojos y se maldijo por no tomar la decisión de sentarse en medio de ambos, se preguntó si era demasiado tarde para interponerse entre ambos, así que no dudó y se puso de pie fingiendo que estaba estirando las piernas después caminó justo en medio de ambos y ahí sin preocupación se dejó caer como si de una nube se tratase, no había espacio entre los tres, Jimin estaba tan cerca de Namjoon que podía escuchar su respiración y sus suspiros de molestia justo sobre su oído, sentía tanto asco pero permaneció ahí.

— ¿Qué es lo que te sucede Park? — Namjoon le empujó solo un poco intentando correrle de ahí pero aquello nunca funcionó — estas invadiendo nuestro espacio.

1950: Promesa CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora