Años atrás.
Chifuyu.
En mis intentos de impresionar a Baji San para que me hiciera parte de su equipo en la Touman, descubrí algo que me haría adherirme más a los ideales de ese azabache. Ryusui, el que en ese entonces era el compañero de Baji, me contó un secreto que nadie más en la Touman sabía, ni siquiera los amigos más íntimos de su capitán lo sabían.
Había una persona que su capitán quería encontrar pues ella era cómo su otra mitad; cuando escuché aquello pensé que se refería a un interés amoroso o algo por el estilo, aunque nunca me imaginé a Baji san con esa faceta. En realidad era su prima, a la que él consideraba cómo una hermana y que después de un incidente perdieron completo contacto, no sabía por qué con tanta urgencia la buscaba, pero aún así decidí ayudarlo con su búsqueda pese a que yo fuese un estorbo según él.
—ve a casa, no necesito de tu ayuda— ya había pasado el tiempo, era al fin la mano derecha de Baji y aún así se mostraba reacio a contarme a fondo sobre su prima.
—sé que no la requiere pero hemos logrado dar con unas pistas, podremos dar con ella— me mantenía positivo ante todo, él lo necesitaba.
—ya van más de tres veces que dices eso y nunca hemos llegado a nada— chasqueo la lengua y se sentó en la banqueta resignado, por primera vez veía una faceta totalmente nueva en mi capitán, se encontraba desesperado. Me mantuve callado, estuve a punto de decir algo pero comenzó a contarme todo lo que ocurrió con su prima, al fin dijo su nombre, se llama Saki Kyandī.
Tras aquella charla pude sentir lo mismo que Baji san sentía, la incertidumbre me carcomía tanto cómo a él. Por ello decidí esmerarme tanto en buscarla a su lado.
Actualidad••••
Sentado en el columpio miraba el suelo, después de la plática que tuve con Takemichi sobre su último viaje en el tiempo, me sentí abrumado. Después de tantos intentos al fin sabía que Saki vivía, pero ¿A qué costo?, Baji san ya no se encontraba para saberlo, ¿Habría reaccionado feliz? Seguro hubiera tomado su moto y emprendido camino para ir a verla. Pero ahora él ya no estaba, aún así quería que Saki supiese la verdad, había vivido engañada al igual que Baji puesto que Amane sabía que ella seguía viva y nunca se lo mencionó a mi capitán.
Me levanté abruptamente dispuesto a cometer el mayor error en mi vida, Takemichi me había advertido no ir a hablar con Saki, pero mi impulsividad era más grande que mi razonamiento. Quería evitar el fatídico futuro que Takemichi me había contado, sabía que si me relacionaba de más con Kiandī, terminaría muerto, pero, no me importa.
Narrador••••
Ya era costumbre para la azabache salir de su casa con el pretexto de comprar cosas escenciales para las recetas de su hermano Umi, aunque su acto era generoso, también tenía otra intención, ver a escondidas a Mitsuya.
Hoy era uno de esos días en los que lograba encontrarse con él, tomaron un helado mientras paseaban por el parque entre conversaciones triviales, hasta que ambos se toparon con una escena que a la femenina le pareció peculiar. Un par de niños jugaban cerca de un árbol, uno de ellos escalaba para recuperar la pelota que se había atorado en la rama del árbol, mientras el otro le gritaba que no lo hiciera; todo pasó en cámara lenta para Saki, al ver que el niño que escalaba se soltó y estaba a punto de caer, no dudo en correr hacia él para evitar un accidente.
Aún sin poder creerlo miró al niño que se encontraba asustado y aferrado a sus brazos.
—¿Te encuentras bien?— pregunto la azabache mientras a su mente llegaban algunos flashbacks junto a un niño de cabello azabache que gritaba su nombre.
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Alas rotas
FanfictionSaki es una chica que tuvo la desgracia de nacer en una cuna de oro, enfrentar las adversidades es lo único que le queda por hacer, aun si para afrontarlas tiene que hacerse de la vista ciega ante los acontecimientos de su vida. ¿Podrá alguna vez se...