Capítulo 18- Maneja la marea

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Advertencia de mucho texto.



"Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla", Sigmund Freud. 


En un pequeño parque antes de la disputa entre bandas se encontraba un rapado con su amigo peli purpura, el mas alto tenia una peluca puesta ayudando a su amigo con sus problemas amorosos.

-vamos Taka chan, pienso que todas las declaraciones han sido buenas- apoyo admirado Hakkai, por otro lado, Mitsuya se encontraba hastiado por la situación, de no ser porque su hermana Luna encontro el broche que le iba a regalar a la pelinegra no estaría en esta situación tan vergonzosa. 

-dejemos esto, debemos de prepararnos para la pelea de hoy- intento cambiar de tema pero escucho unos arbustos moviéndose y de ellos cayeron dos rubios.

-¿Que hacen aquí, Chifuyu?- pregunto Hakkai.

-Pasábamos por aquí y bueno...los vimos y escuchamos su conversación- menciono apenado Takemichi temiendo por su vida al ver la cara enojada de el peli purpura.

-opinan también que todas las declaraciones de Taka chan fueron buenas-

-en realidad...un poco secas- opino Chifuyu, después de todo era un experto en este tema- te ayudaremos en lo que podamos-

"¿Acaso tengo otra opción?" pensó el de ojos azules cansado. 

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Las gradas se encontraban llenas de gente que esperaba ansiosa el partido de dos de las mejores escuelas del momento, los nervios invadían a ambos equipos que se iban a enfrentar, aunque era mas la emoción de salir a jugar que otra cosa.

-hoy ganaremos este partido, la otra vez nos humillaron- las palabras tan frías de la capitana no ayudaban en mucho pues los ánimos del equipo se fueron a los suelos.

-tenemos que cortar la racha, somos un equipo y abordamos juntas este viaje- irrumpió Saki decidida, cosa que molesto a Lyno.

-¡Si!- gritaron las integrantes del equipo dejando a su capitana con aura molesta, las cosas estaban bien en aquellos vestidores, por otro lado en las gradas se encontraban los hermanos de Saki charlando animadamente.

-aposte 100 yenes a que ganaría mi onii chan- las apuestas eran algo que le gustaba a Umi.

-No se trata de apostar, pedazo de idiota-respondió Eiji, volviendo a la cancha se encontraban dos amigas dándose apoyo mutuo.

-hoy dirigiré mejor el balón para que puedan rematar- dijo decidida la pelinegra vendando sus dedos- hoy ganaremos-

-eres el pilar de este equipo, cualquier balón lo rematare- sonrió Maeko dándole apoyo.

"Se da por iniciado este arduo juego"

Alas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora