𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐓𝐈𝐅𝐈𝐂𝐄 𝐄𝐋𝐄𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐎𝐔𝐑

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐎𝐔𝐑

"𝖨 𝖽𝗂𝖽𝗇'𝗍 𝗐𝖺𝗇𝗍 𝗁𝗂𝗆 𝗍𝗈 𝖽𝗈 𝗂𝗍 𝖺𝗇𝗒𝗐𝖺𝗒"





𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀: 𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐀 𝐋𝐄𝐑𝐎𝐘




SOLO RECUERDO DEL CAMINO UNA INTERMINABLE OSCURIDAD, asi como tambien la voz de Olaf que no se callaba, diciendonos los diferentes finales que tendriamos luego de robar el dinero que se supone que tengo.

Y como los oidos casi me sangraban por las canciones que su grupo cantaba, a este paso solo sentia que era un paseo muy malo de la escuela.

Lo unico que traia mi mente turbada era Duncan, el chico habia permanecido en silencio todo el viaje, cosa que en realidad era lo mas sensato ya que sino quien sabe que podria suceder, (ademas tenía una tela en su boca que no se lo permitía) pero el chico estaba viviendo una experiencia que desde su punto de vista (y el de cualquiera) debia ser traumática, cualquiera lucharía por intentar escapar, aunque no fuera lo más inteligente en ese momento.

Me brindaba tranquilidad saber que aun seguia al lado mio, que no estaba sola, aunque solo pudiera sentir como se acomodaba debio a que era asfixiante estar tan pegados, me brindaba paz saber que no estaba completamente sola, no me volvería loca tan rápido con él allí. 

Luego todo se puso de cabeza al llegar a nuestro destino.

Sentí como dos personas me agarraban para sacarme del auto y a pesar de mis diferentes movimientos bruscos y de cómo la primera vez alcancé a zafarme del amarre de seguro los dos secuaces, lo único que conseguí fue terminar agotada y ser arrastrada por los brazos.

No sabría decir por donde nos estaban llevando, solo se que el camino estaba deshabitado debido a que no se escuchaban voces a nuestro alrededor, más bien solo había un aterrador silencio, podía sentir nuestras pisadas resonar por todo el camino y cuando ellos hablaban sus voces eran puro eco.

Entonces llegó el momento en el que frenaron y sentí como era empujada por detrás, temí caerme de cara al suelo así que solo apreté los ojos detrás de la venda que aun me los cubría esperando el inevitable dolor, ya que con mis manos aún atadas me era imposible tratar de amortiguar el golpe con mis brazos, pero sólo me espero lo que debía ser una jaula ya que sentí mi cuerpo chocar contra unos tubos de hierro y entre estos algunos huecos.

-Si no decidiera matarlos ustedes serían una de mis demostraciones al público cuando me vuelva rico, metidos en esa jaula solo son animales en exhibición- escuché la risa de sus secuaces a lo lejos- Tengo unas vueltas que hacer, vigílenlos, pronto les traeré a sus compañeros de jaula.

Ahí fue cuando a pesar de no ver camine hacia adelante aun cuando podía caerme, pero lo único que conseguí fue incrementar la risa de su grupo al chocarme con lo que sería otra pared de la jaula.

𝐀𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐔𝐌 | ASOUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora