𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐎𝐒𝐓𝐈𝐋𝐄 𝐇𝐎𝐒𝐏𝐈𝐓𝐀𝐋

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CHAPTER THIRTY—FOUR

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CHAPTER THIRTY—FOUR

"The stars."

[🌌. 🏥. 🎥]

NARRADORA: ALEXIA LEROY




Al comienzo, fue reconfortante aquel abrazo. Hacia mucho me estaba sintiendo muy sola. Como si llevara un bolso pesado en mi espalda que nadie más veía, que Jacques se fuera, solo agregó más peso a ese bolso que empezaba a inclinarme hacia el cielo.

Pero allí, junto a mis amigos, algo que aun saboreaba extraño en mi boca, el dolor era algo que no tenía que llevar sola. Así que luego de sentir que los asfixiaba con mis sollozos y ellos a mi con sus brazos alrededor de mi cuello y cara, me solté mirando al cielo oscurecido; creyendo en que habría alguna esperanza para mí y mi felicidad si ellos no me abandonaban.

Ellos eran mi última esperanza, sin ellos, no tenía más razones para luchar, para seguir siquiera con vida. Tenia que mantenerme fuerte, no por mi, sino por ellos. Por que después de todo, ¿que me quedaba a mi? Así que cuando vi sus intenciones de decirme algo por lo que acababa de ocurrir, agradecí que Olaf se pusiera a hablar por el megáfono.

—Atención. Soy el Dr. Mattathias Medicina. La revisión de camas seguirá hasta hallar a los asesinos.— la voz cambió a la de una mujer con voz rasposa

—Y si alguien en el hospital tiene objetos de cualquier tipo...

—Por favor, tráiganlos de inmediato a recursos humanos. Gracias.

—Que tontería.— todos volteamos al mismo tiempo; sorprendidos por ver a Hal sostener de forma peligrosa una bandeja de platos— Los asesinos no duermen. Los carcome la culpa.

Junto a Violet, me levante y corrí con cuidado hacia Hal al ver el poco equilibrio que manejaba.

—¡Hal! Tenga cuidado, por favor.

—No se preocupen. Tengo el equilibrio de un gato ciego.— el hombre frente estuvo a punto de pisar una madera demasiado floja, y con toda la delicadeza que pude lo alejé por los hombros

—Nos damos cuenta.— dije riendo nerviosa, mirando de reojo a mi amiga

—Les hice sopa de pollo, una antigua receta de familia. Lo apropiado para una noche así.— nos dijo agitado

—Que amable es.— le agradeció Isadora levantándose delante de nosotros y acercándolo a ella, Duncan veía todo sentado y Klaus cargaba a Sunny por Violet

—Deme, yo lo llevo. ¿Como supo que estábamos aquí?— le pregunté tomando la bandeja, el olor de comida recién hecha me invadió y mi estómago no tardó en gruñir hambriento

Hace mucho no comía y ni siquiera lo recordaba.

—Ustedes son como yo. Dormía bajo las estrellas cuando era pequeño.

𝐀𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐔𝐌 | ASOUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora