En donde Hikaru Yoshida está enamorado de uno de sus mejores amigos...
O
En donde la ToMan sobreprotege a un omega que ni siquiera pertenece a la pandilla, aún cuando este puede llegar a ser el mismísimo diablo si se lo propone.
AU Omegaverse
Tokyo...
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2000 - pasado
Mikey y yo estábamos camino a su casa, lo había recogido de su escuela y teníamos pensado entrenar en el dojo de su familia, ambos estábamos comiendo un dulce cuando fuimos interceptados por otros niños.
—Ah! Mikey-kun —llamó un niño que no conocía y ambos nos detuvimos.
—¿Hm? ¿Qué? —preguntó desinteresado el más pequeño y el niño que lo llamó se fue no sin antes señalar al que estaba a su costado, un niño más alto con un copete rubio en su cabeza y un tatuaje de dragón en la sien izquierda. Mikey camino hacia el otro rubio mientras seguía comiendo su dulce
—Hey? —le llamó—. ¿Cuántas de las 48 técnicas básicas puedes hacer?
Esa pregunta hizo que me riera internamente al ver la sorpresa en el rostro del desconocido. Mikey terminó aceptando la petición del más alto de ver a su senpai, arrastrándome en el proceso acabé cargando las cosas de mi amigo.
Cuando llegamos pude ver a un grupo de alfas y betas fumando y conversando, Mikey no esperó presentación alguna y corrió directo al cabecilla del grupo para darle una patada directo al centro del rostro haciéndole caer en el proceso y botar algunos dientes.
—Tranquilo, Mikey sabe lo que hace —le dije con una sonrisa al del tatuaje para tranquilizarlo.
—¿Tú eres Draken de la clase 4, verdad? —preguntó Mikey hacia el rubio a mi costado, quien asintió en respuesta—. ¿Por qué un chico tan genial como tú está en compañía de esta basura?
—¡Se nuestro amigo, Ken-chin! —exclamó Mikey con una sonrisa, Draken sonrió a su petición y aceptó.
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