En donde Hikaru Yoshida está enamorado de uno de sus mejores amigos...
O
En donde la ToMan sobreprotege a un omega que ni siquiera pertenece a la pandilla, aún cuando este puede llegar a ser el mismísimo diablo si se lo propone.
AU Omegaverse
Tokyo...
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—Bien, voy a subir —dije mirando hacia arriba, a mi ventana.
Estábamos a un lado del edificio donde vivo, en las escaleras de emergencia. No podía entrar por la puerta principal para no cruzarme con Yuki.
Señalé las escaleras metálicas, a las que había que jalar para que lleguen al piso y poder subir.
—¿Puedes bajarlas...? —pedí y me soltó
Bajo las escaleras y comencé a subir.
—Gracias, bajo en un rato... —dije sin dejar de subir, pero sentí pisadas tras de mí—. O puedes acompañarme...
—¿Qué piso es? —preguntó luego de unos segundos
—El quinto —respondí acelerando mis pasos.
Llegamos a mi ventana, la cual ya estaba abierta, primero metí mi cabeza apartando la cortina,la luz estaba prendida y el aroma de mi hermano era fuerte, pero no tanto como debería.
—¿Por qué sigues aquí? —pregunté entrando de un salto
—Yuki se acaba de dormir —mencionó Tora recostado en mi cama—. ¿Tienes los supresores...?
Draken entró tras de mí con un poco de dificultad para pasar por la ventana.
Ambos se quedaron mirando, hasta que Tora abrió la boca para hablar pero terminó desviando la mirada y levantándose.
Me acerqué a él y le di el paquete con las pastillas.
—Mi papá dijo que te mandaría las indicaciones, si se le olvida están en el empaque —dije y me dirigí a la puerta para abrirla—. En un momento voy con él.
Asintió antes de irse y cerré la puerta.
—Siéntate, voy a tratar de no demorarme —indiqué a Draken mientras iba a la jaula de Kabu.
¿Cómo logró encerrarlo Kazutora?
Abrí la jaula y tomé a Kabu con ambas manos yendo a la ventana.
—Ve a buscar tu comida —ordené dejándolo sobre el marco de la ventana y se deslizó fuera.
—¿No le das tú su comida? —preguntó Draken sentado en mi cama
Di un respingo en mi lugar
...¿En serio va a actuar normal después de lo que dijo hace un rato?...
—Me olvidé, además le gusta más cazar lo que come —excusé buscando ropa en el armario y llevándola al baño.
