¿¡Soy Uraraka!? Boku No Hero Academia

Capítulo 36

"No,no evita más problemas" me decía una y otra vez mi mente pero tengo un poco de curiosidad.

—Solo revisaré su foto de perfil.—susurre para mí,con una sonrisa pícara.

—¡Ochaco,no olvides desempacar,la canasta de ropa está atrás,te la voy a traer o ¿quieres que lo haga yo?!—grito okasā desde la cocina.

Suspire dejando el celular,conociéndome me voy a distraer y no haré nada,debo mantener apariencias de niña buena.

—¡Lo haré yo!—respondi gritando.
Tomé la maleta ,encontré vendas y cosas para primeros auxilios me salió una risa de lo patético que fue mi esfuerzo,puse los ojos en blanco del enojo.

Caminé por el pasillo en busca de la canasta sosteniendome de las paredes,un ligero dolor en la espalda me recordó tomar la pastilla,tome la canasta y quite su peso.

Lentamente por el pasillo de vuelta logré entrar a la habitación,tire todo a la vez en la canasta para terminar rápido,la ropa genero viento y cayó de la cama el pétalo con el número lo que me recordó.

—Eh...dijo que no era mayor...debe ser algún estudiante de alguna escuela sencilla de héroes.—toque mi barbilla analizando.—¿Debería?—me volví a preguntar.

—¿Terminaste?—toco la puerta okasā,pero igual estaba abierta.

Sonreí al verla y asentí,puse a flotar la canasta deslizandola hacia ella.

—Ya puedes soltar su peso querida.—se dio la vuelta tranquilamente.

Por un momento desee que fuese mi madre sin regaños ni nada por el estilo ser... tan amada ,mi mente lo negaba por que conocía la seguramente verdadera razón de que sean así, son personajes sin desarrollo solo relleno.

No deben complicar las cosas a personajes como el mío,o eso creo.

¿Familia?

—Mi familia.—dije en voz alta.

—¿No se supone que debes tomar pastillas error loco?—el guardián apareció repentinamente.

—agh no me recuerdes este dolor de espalda.—respondi tocando mi espalda,tome la bolsa con pastillas de entre mis cosas,busque la botella de agua.

—ah debería comer algo después.—dije antes de tragarlas.—pero dan tanto sueño...—

—Descansa.—escuche del guardián.

—Oye no soy tan débil como para dormirme inmediatamente.—entre cerré los ojos mirando al techo,acostada.

—si puedes ya duérmete.—ordena obstinado.

—Cuál es tu prisa debo comer algo.—tape mis ojos con el brazo.

—Ochaco,ya está la cena.—se escucho en el marco una voz masculina.

—Me muero de hambre.—hable bajo, sentí una mano tomar la mía.

—¿Papá?—le mire extrañada.

—Vamos debes evitar moverte por estos días,a mí no me engañas se que estás bastante lastimada yo...no,nosotros quisiéramos preguntarte cosas pero si no es el momento.—termino de decir tomándome en brazos como princesa.

Me avergonzó bastante ya que no era mi familia pero un hueco calo en mi corazón ese sentimiento de vacío ,no era mi padre pero podía sentir todo el cariño con el que me trataba.

Me llevo hasta la mesa y comimos tranquilamente trataron de evitar a toda costa tocar el tema de mi secuestro accidental.

Sí accidental ,que diablos hacía yo ahí.
Mamá nos contaba una anécdota reciente.