Dos nuevas versiones.

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· JOSEPH ·

Dos compañeros nuevos. Uno algo bajo, de cabello castaño claro y ojos preciosos, celestes y claros, con un lunar bajo el ojo izquierdo, pero se ve triste. El otro más alto, cabello oscuro, lindo. Ojos marrones, incómodo.

Una tensión extraña entre ambos comenzó a tornar algo más opaco el ambiente del salón, pero pocos parecieron notarlo, y una parte de mí se alegró de poder considerarme un poco observador. El más bajo parecía no mirar al de su costado de manera intencional, y pude asegurar que había una historia de trasfondo. Y yo tengo tantas ganas de conocerlos como si tuvieran un cartel que dice "interesante" en toda la frente, la verdad es que es más fácil querer conocer gente desde que conocí a Di.

El rato pasó antes de que el profesor llegara y luego de algo a lo que considero un gran análisis que toma tiempo y dedicación, solté mi hipótesis:

—Es su ex.

Diana tapó su rostro para evitar reír demasiado fuerte.

—Deja de asumir que sólo porque están parados al lado hay una historia amorosa de fondo, por favor.

—Por Dios, sólo mira cómo se miraban. Definitivamente hay algo ahí, y quiero saber qué es.

Y sin despegar mi mirada del pelinegro de alta estatura, agregué:

—Lindo.

El profesor los presentó a ambos, se sentaron juntos en el fondo del salón, y mientras la clase avanzaba me dediqué a girar mi cabeza por momentos a ellos, mentiría si dijera que no llamaban la atención, de una forma que no podía describir. Su aura era bastante diferente a la del resto de compañeros, o probablemente eso diría si supiera de auras. Debería tomar un curso.

Un sentimiento que no supe explicar perseguía la situación como si fuera un juego perverso, la química incómoda entre ellos era demasiado obvia, y yo buscaba cualquier excusa para no mirar al frente de la clase, donde el profesor hablaba de quién sabe qué. Vi a uno mirar al otro, luego seguir en lo suyo, y todo continuaba siempre de la misma forma. Había una distancia excesiva entre sus sillas, nada se veía en su lugar. Me gustó un poco demasiado la idea de tener una novela en mi propia clase.

En algún momento de ese tiempo, el chico al que presentaron como Peter rompió el hielo de mi conciencia y me miró. Sentí todo detenerse por un instante en el que me di cuenta de que me veía como un intenso. Me sentí bastante seguro de que mi mirada fija en él en este salón desconocido no se sentiría como una agradable bienvenida, y lo que menos quería era crear una mala primera impresión; pero justo antes de girar mi cabeza nuevamente al pizarrón, sonrió. Incluso si no parecía muy seguro de hacerlo, me sentí aliviado y suspiré, le sonreí con mi mayor intención de recibirlo, y me volteé. Definitivamente voy a conocerlo a fondo, algo de todo esto me daba la sensación de que era una muy buena idea, sin importar que Diana no se viera tan interesada en ello.

La clase avanzó, el profesor dio la propuesta exacta que necesitaba y me levanté de mi asiento de un salto.

—Vamos con los nuevos.

Diana se levantó rápido para tratar de seguirme el paso, antes de entender a qué me refería, probablemente.

—Hey. —Apoyé mis manos en su mesa y el pelinegro se sorprendió, pero volvió a sonreír, tiene lindos dientes.

—Ah. ¿Hey? Perdón ¿Ustedes son...?

—Joseph Jones, un gusto —Diana apareció detrás de mí, y la traje a mi lado tomándola de los hombros, debido a su baja estatura es muy fácil—. Y ella es Diana Parris. Imagino que no tienen un equipo para la tarea de biología. ¿Formamos un grupo?

"Algo así como estar bien".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora