Capítulo 10. ENTREGA

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Como ya venía siendo demasiado habitual, esa mañana llegué justa a clase. La señora Smith ya estaba a punto de cerrar la puerta cuando pasé por el umbral como una exhalación humana. Me echó una mirada asesina y yo corrí hacia mi pupitre.

Brenda no coincidía conmigo en esta clase, pero, por fin, Helen sí estaba a mi lado. Desde que nos había contado toda su extraña historia, la semana pasada, ya había vuelto al instituto. Nosotros le habíamos prohibido que fuera sola por ahí, y menos a ningún bosque. Ahora siempre tenía unos enormes y peludos guardaespaldas que la protegían en todo momento, y habíamos dejado lo de la búsqueda de Ryam para las tardes, ya que yo la regañé por dejar sus estudios atrasados y la convencí de que a su mejor amigo no le gustaría nada que perdiese el curso por esa razón, así que ya venía al instituto.

Al día siguiente de aquella conexión donde le contamos todo a mi familia, Carlisle nos dijo que ya había hablado con Louis y que este estaba encantado de investigar el tema de la transformación de Helen y Ryam. Lo único que necesitaba era una muestra de la sangre de mi amiga, por lo que mis padres, mis tíos y mis abuelos se ofrecieron entusiasmados a pagarnos dos billetes a Anchorage para que fuéramos a visitarles con esa excusa. Al principio, a Jake no le hacía mucha gracia que nos pagaran el viaje, pero lo reconduje con el argumento de que él estaba siendo la única base de nuestra economía y que yo tenía derecho a que ese viaje corriese de mi cuenta, o por lo menos, de la de mi familia, así que al final aceptamos. Ya teníamos ganas de verles en persona y de ver esa espectacular casa de la que Alice no dejaba de presumir.

Helen parecía muy contenta hoy, y de sus ojos ―que volvían a ser dorados gracias a las lentillas― salían chiribitas cuando me miraron. Algo había pasado. Algo muy bueno. Y yo no aguantaba hasta el final de la clase para saber de qué se trataba.

Mientras la señora Smith empezaba su lección de Historia, arranqué un trozo de papel de mi cuaderno y le escribí una nota a Helen que no tardé en pasarle.

Ha pasado algo, ¿no? Ya puedes ir contándomelo.

Mi amiga sonrió cuando leyó mi frase, me miró de reojo y escribió justo debajo.

Ryam me envió un mensaje al móvil para que lo llamase y ya pude hablar con él. Ahora sé que está bien y ya me he quedado más tranquila.

Me enseñó la nota, yo exhalé el aire con la boca abierta en una sonrisa de alegría enorme y la llevó de nuevo a su pupitre para seguir escribiendo.

Me dijo que había descubierto algo muy importante, pero que era peligroso decírmelo por teléfono y que quería quedar conmigo para contármelo en persona y enseñarme unos documentos muy valiosos. Le hablé de vosotros y de tu familia, del doctor Cullen, y le conté que nos ibais a ayudar.

Me costó, ya que es muy cabezota y ahora, con todo lo que le ha pasado, ya no se fía de nadie al 100%, excepto de mí, claro, pero al final le convencí para que me los entregara y así pudieseis llevárselos al doctor Cullen. Me dijo que tenía que ser en un sitio muy concurrido donde hubiese mucha gente y mucho ruido, para despistar a Razvan e impedirle que pudiese actuar en caso de que nos descubriera, así que se me ocurrió la fiesta de Matt Hoffman de mañana. Como tú estás invitada, podremos entrar sin problemas, y Ryam es un experto en colarse en los sitios.

Cuando me pasó esa larga nota y terminé de leerla, no pude evitar poner una mueca de dolor.

¿En la fiesta de Matt Hoffman? ¿No había otro sitio mejor? No sé, en el Ocean o algo....

El Ocean ya lo tienen muy controlado. Recuerda que fue por los alrededores donde lo contagiaron. Saben que ese es el sitio de moda donde van la mayoría de los jóvenes de Forks. Lo mejor para despistarlos es ir a una fiesta privada de la que no han oído hablar nunca. Tienes que hablar con Matt y decirle que vamos a ir.

NUEVA ERA I. PROFECÍA (por mí, su autora). Continuación de mi Fanfic Despertar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora