Capítulo 26. CINCO MESES: PROFECÍA

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Pestañeé, sorprendida.

―¿Otro gigante fallido? ¿Cómo Ryam y Helen? ―pregunté.

―Sí ―susurró a duras penas.

―Creía que Ryam había sido el primero.

―Y lo fue, pero mi hija fue la siguiente. ―Me cogió de la mano y me condujo hasta el camastro, donde ambas nos sentamos―. No tengo mucho tiempo, dentro de poco tengo que bajar para atender a Razvan, pero te lo contaré lo más brevemente posible. Todo ocurrió hace más o menos dos años ―empezó a explicarme―. Yo era maestra en una escuela infantil, en Dallas, y había terminado mi jornada temprano, así que me monté en mi coche y me fui a buscar a Mercedes a su instituto. Era su último año y estaba a punto de graduarse. ―Su rostro dejó escapar una sonrisa de añoranza y orgullo, pero pronto se le borró―. Sin embargo, cuando llegué y los alumnos salieron, ella no apareció.

»Tengo que resumir ―se apremió a ella misma, suspirando y mirando a la puerta con nerviosismo―. Después de buscarla por el centro y de hacer preguntas a sus profesores, salí por la parte de atrás y di al bosque que se encontraba detrás del edificio. Fue allí donde me encontré con Ion, uno de los ayudantes de Razvan.

―Sí, sé quién es ―asentí.

―Ion tenía a Mercedes y le inyectó algo; con el tiempo supe lo que era. Me puse como loca y me arrojé hacia él para defender a mi hija, pero por supuesto no sabía que él era un vampiro, así que toda mi lucha fue en vano, aunque no inútil. Conseguí que mi hija pudiese escapar. Ion se enfureció y comenzó a perseguirla, arrastrándome a mí del brazo. Sin embargo, mi hija no apareció, inexplicablemente, desapareció, e Ion se quedó frustrado y enfadado.

»Todos le tienen mucho miedo a Razvan, Nikoláy y Ruslán, e Ion no era una excepción. Sabía que Razvan se enfadaría mucho por ese fallo, así que debió de creer que era mejor no partir con las manos vacías, por eso me transformó y me trajo al castillo. Aun así, cuando llegamos y Razvan vio lo que había pasado, se puso furioso.

»Mi primer año fue horrible ―murmuró con los ojos llenos de pesar y profundo arrepentimiento―. Razvan me encerró en una de estas habitaciones y no me dejó salir en un año. Era neófita, y me traía humanos vivos...

Hizo una pausa en la que me miró con esas pupilas que desbordaban horror y suplicaban redención por todos sitios. No llegó a terminar la frase, pero no hizo falta. Me estremecí al imaginarme las dantescas escenas de una neófita sedienta e incontrolada abalanzándose sin piedad sobre un indefenso humano y tuve que tragar saliva, aunque no fue eso lo que más me espantó. Razvan trataba a los humanos como si fueran animales, y encima él había obligado a Teresa a actuar como una depredadora, en cierto modo. Ella tenía que estar muy asustada y confusa, y en esa etapa la sed de sangre domina cualquier otro pensamiento, te impide pensar y razonar, y Razvan le traía a esos pobres humanos como el que echa carne en la jaula de los leones.

―Durante ese año la sangre ocupó todos mis pensamientos ―reconoció, bajando los párpados con pesar―, no podía controlarlo, apagar esa insoportable sed era lo único que me importaba. ―Entonces, abrió los ojos―. Pero después todo cambió.

»Cuando ya me controlaba, Razvan me dejó salir de la habitación y me hizo una de sus sirvientas. Más adelante me enteré de que Razvan estaba intentando hacer un ejército de gigantes, pero que la primera prueba que habían hecho con un humano llamado Ryam no había salido bien. Modificó la fórmula y mandó a Ion para que la probase con otro humano. Esa fue mi hija. Al principio, Razvan no sabía si había resultado fallido o no, pero ahora está convencido de que tampoco salió bien, pues después dieron con la fórmula correcta y vieron que la que Ion había utilizado tampoco servía. No obstante, Razvan quería deshacerse de ese gigante fallido que había desaparecido. Ion le dijo que era una chica y que yo era su madre. Razvan no sabía el nombre de mi hija, no tenía ningún dato sobre ella, pues el descuidado de Ion la había escogido al azar entre todos aquellos estudiantes sin ni siquiera preguntarle su nombre. Intentó sonsacarme información sobre ella, pero yo utilicé la excusa de falta de memoria y no lo logró. Y sin el nombre y sin saber quién es ella, Razvan tampoco puede utilizar la semiesfera.

NUEVA ERA I. PROFECÍA (por mí, su autora). Continuación de mi Fanfic Despertar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora