Capítulo 15. MENSAJE

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Jane retiró su capucha hacia atrás, dejando su cabeza totalmente al descubierto. Su rostro aniñado hubiera parecido dulce, si no fuera por ese iris encarnado que rodeaba a sus pupilas. Me dedicó una extraña mirada a mí, entrecerrando algo sus ojos de color rojo con una frialdad y un odio que me dejaron sin aire por un instante, y mi madre le gruñó con advertencia. Sin embargo, Jane ignoró totalmente este gesto. Despegó la vista de mí y la dirigió a nuestras espaldas.

No tardamos mucho en descubrir por qué lo había hecho. Estábamos bastante cerca de la casa, así que mi padre seguro que había escuchado mis altos pensamientos, o tal vez los de Jane y compañía. Mi progenitor y mis tíos llegaron tan rápidos como tornados y se pusieron a nuestro lado, adoptando una postura defensiva. Sin embargo, los ojos de Jane seguían sin moverse, continuaban esperando algo al frente. Dos segundos más tarde aparecía mi colosal lobo rojizo a toda velocidad, se abría paso entre mi familia y se ponía junto a mí para protegerme, emitiendo un potente rugido y mostrando su poderosa dentadura entre gruñidos.

Mi mano se aferró a su pelaje y ya me sentí completamente protegida. Jane no tenía nada que hacer contra el escudo de mi madre, pero contra el poder espiritual de Jake mucho menos, puesto que este purificaba cualquier ataque por maligno que fuera y lo disipaba como si fuera un simple humo. Con Jacob a nuestro lado, el don de Jane no existía.

Pero esa media sonrisa que ya había empezado a dibujarse en mi cara se me borró de repente. Ahora las pupilas de Jane no se despegaban de mi lobo, y no lo miraba mal, precisamente.

Demetri y Felix se agazaparon ante el potente rugido de Jacob, a la defensiva, y también mostraron sus colmillos entre gruñidos.

―Tranquilo ―le dijo mi padre, interponiendo su mano para calmarle―. No vienen para llevársela.

Jane giró medio cuerpo hacia sus compañeros y volvió a alzar su brazo. Los dos guardias de los Vulturis obedecieron la orden y dejaron sus poses a la vez que ella miraba al frente de nuevo.

Jacob también se tranquilizó, aunque no se relajó del todo.

―Vengo en son de paz ―habló Jane, levantando el rostro con orgullo.

―¿A qué se debe tu visita? ―quiso saber mi padre.

―Vengo a ver al Gran Lobo. ―Y sus ojos se clavaron otra vez en Jacob.

¿A verle? ¿Y para qué quería verle? Mi mano agarró ese mechón de su pelambrera con más fuerza, temerosa.

Nadie preguntó cómo habían dado con mi familia y cómo sabían que Jacob y yo estábamos aquí. Demetri tenía buena fama.

―Eso ya lo he visto. ¿Y la razón? ―preguntó mi progenitor.

―Traigo un mensaje de Aro para él.

Mi corazón se congeló por un instante. ¿Un mensaje? ¿Qué mensaje querría darle Aro a Jacob?

Jake emitió un gañido.

―Dice que se lo digas ya ―le comunicó papá, seguramente utilizando otros vocablos más adecuados.

―Mis órdenes son que tengo que dárselo en persona, en su forma humana, quiero decir ―soltó ella con arrogancia.

―La orden fue que le dieras el mensaje, Aro no te dijo que tuviera que ser en su forma humana ―reveló mi padre―. Él te oye igual.

¿De qué iba esto? Mi ceño se frunció automáticamente.

―Pero yo prefiero hacerlo en su forma humana ―rebatió Jane con un gesto obstinado―. Además, tengo que hablar con él y necesito escuchar sus respuestas de su propia boca.

NUEVA ERA I. PROFECÍA (por mí, su autora). Continuación de mi Fanfic Despertar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora