—¿En dónde estabas? —la fría voz de Yoongi sonó en la habitación, haciendo que Jimin saltará de su asiento.
Habían pasado ya dos semanas desde que salía con NamJoon, en ese poco tiempo se habían vuelto más cercanos y la confianza había crecido con ellos.
Jimin lo miro.
—sali a distraerme un rato —excuso.
Yoongi rio irónicamente, se acercó a Jimin a paso rápido, este tembló asi que solo se subió más a la cama.
—¿tu crees que soy idiota? —le pregunto.
Su rostro estaba enojado.
Pero Jimin también lo estaba, Namjoon tenía tanta razón.
Yoongi no lo merecía, nunca lo había merecido.
—¿y tu crees que yo también? —le pregunto, tal vez estaba demasiado cansado para eso ya.
Vio como Yoongi apretó los dientes.
—no te creas el listo, Jimin —dijo enojado— ¿Saliste de nuevo con el verdad‽
La desesperación se notaba en su rostro.
—¡Yo ya sabre con quién salir! —dijo enojado— tu no eres nadie para mandarme Yoongi —dijo enojado.
Este solo se le acercó a darle una cachetada, Jimin giro su cabeza a un lado , agarrando su mejilla golpeada, pero está vez Jimin reaccionó y se levantó de la cama, empujándolo, haciendo que Yoongi cayera de espaldas a un mueble, este se levantó de nuevo e alzo su mano en forma de golpe.
Pero Jimin rápidamente se quitó.
Agarró sus cosas necesarias y salió de la habitación.
Y del apartamento, su alma parecía rota, estaba roto, las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.
Realmente se sentía mal.
Marco un número de teléfono, solo tenía tres amigos, Taehyung, Jungkook y NamJoon.
No tenía a nadie más...
—¿Minnie? —la voz de taehyung sonó a través de la línea telefónica.
—h-hola Tete, ¿estás en tu casa? —pregunto tratando de no llorar, ya se encontraba en la calle.
—no Minnie lo siento, estoy en un parque de diversiones con Jungkook y SunHe —dijo— ¿Todo está bien?.
Ahora su pregunta le hizo temblar.
—lo está, no te preocupes, solo....quería visitarte —mintio.
—oh, puedes hacerlo mañana, tranquilo, y no llames, solo ven —sonrio a pesar de que Jimin no lo vio— tengo que cortar, Jungkook me está llamando, nos vemos Minnie.
La llamada se cortó.
Y Jimin suspiro.
Paro un taxi y simplemente subió.
Sabía que el hombre lo recibiría con las puertas abiertas.
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