The Last Witch [JiHanCheol]

Eight

Los días han sido pacíficos lo cual es inquietante, pues las cosas nunca han sido así de tranquilas. Siempre hay movimiento, siempre hay encuentros indeseados con los cazadores pero en los últimos días no ha habido nada; estresando a Jisoo.

Tanto sus padres como Mina y Seokjin le dicen que debe tranquilizarse, claro que siempre ha de permanecer alerta pero no a tal punto de sentirse así de inquieto. Pues el demonio lleva varias noches sin dormir entrando en un estado de alerta.

Jeonghan está preocupado por su amigo, al principio no decía nada temiendo por la reacción de su guardián pues Mina y Seokjin le advirtieron que éste puede ser algo peligroso por el estado en el que se encuentra pero al notar como las ojeras se van haciendo cada vez más oscuras y que parece un muerto en vida que sólo responde en automático debido a eso Jeonghan decide que ha tenido suficiente por lo que de la forma más tranquila posible lo ha obligado a dormir con él todas las noches, o al menos, eso intenta. Ya que el demonio siempre encuentra la manera de salirse de cama e ir a dar una vuelta alrededor del edificio y así revisar que no haya nadie rondando el lugar presentándose como una amenaza para los habitantes del lugar, además de checar la barrera de protección que tiene su departamento y si ha habido alguna señal de que alguien ha intentado traspasarla pero a pesar de sus esfuerzos...

No hay nada.

Jisoo es incapaz de encontrar alguna anomalía, inquietandose aun más.

Ante los ojos de sus padres, compañeros y amigos puede parecer que se está obsesionando sin razón alguna pero claro que tiene una, y una muy buena. Jisoo siempre ha tenido el poder de presentir los acontecimientos que están por venir, en especial cuando algo o alguien está cerca presentando una amenaza. Pero esta vez, a pesar de lo que siente, no hay nada.

Absolutamente nada.

Eso lo hace sentir ansiedad.

—Hyung—una suave voz lo saca del enredo de sus pensamientos. Jeonghan a salido a buscarlo.

—¿Qué haces aquí?—su voz suena dura.

—Eso debería preguntar yo...—susurra el recién llegado—Deberías entrar—Jeonghan se acerca lentamente a Jisoo.

—Sabes que...—el demonio se ve interrumpido.

—Lo sé, pero también sé que tu necesitas descansar—el humano toma la mano del demonio—Haz hecho un increíble trabajo pero por hoy, es suficiente.

—Pero...

Jeonghan no deja que termine de hablar pues le tapa la boca y con su otra mano hace señal de que haga silencio.

—Ni una palabra más—la suave voz de Jeonghan hace que Jisoo olvide lo que iba a decir—Vamos a dormir.

Y así, sencillamente, Jeonghan logra que Jisoo vuelva a entrar al edificio en dirección a su apartamento.

Al entrar al departamento Jeonghan se quita sus zapatos y espera a que el otro haga lo mismo para luego volver a tomar su mano y llevarlo a su habitación para que duerman juntos, Jeonghan sabe, que de alguna manera, el olor de su perfume logra calmar a su compañero.

Ya acostados en la cama el humano le abraza y no cierra los ojos hasta que después de un rato ve como la respiración de su amigo se ha tranquilizado encontrándose ya en un profundo sueño.

✨

Hay fuego por todas partes, los gritos retumban en los oídos del demonio. Puede ver como las mujeres y los niños corren, como los hombres pelean tratando de evitar que maten a sus hijos y a sus amadas.

Ya ha habido muchas quemadas, ahogadas, colgadas.

Todos quieren que la masacre se termine. Los llantos, los gritos desgarradores, ya no puede más.