Zero

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El ruido de un celular despierta al pelinegro que se encuentra dormido en la cama. Se despierta con su ceño fruncido por la luz que entra en la habitación.

—Diablos, me quedé dormido—mientras se cubre los ojos con una mano y con la otra contesta el celular.

—Hasta que contestas, creí que que hyung me mataría. Pero al menos sé que estas vivo, dime ¿donde estas?

—Pues en mi casa, ¿donde más?—el recién despierto rueda los ojos.

—Cariño, si estuvieras en tu casa no te estaría llamando porque, adivina donde estoy, así es, en tu casa.

—¿Qué estas diciendo Seo?

—Abre bien los ojos Hannie.

El mayor deja de tallar sus ojos y se queda mirando las sábanas que lo cubren un buen rato, piensa en lo bonitas que son pero no recuerda haberlas comprado. Él nunca compró ese tipo de sábanas.

—Mierda.

—Si, bueno, ahora que resolvimos que no estas en casa ¿dónde estás?

—Es muy lujoso—al intentar levantarse de la cama su espalda baja punza y suelta un quejido alto.

—¿Estas bien amor?

—Eso creo, me duele mi espalda baja—logra levantarse y se observa en un espejo frente a él, la imagen es algo desastrosa—Santa mierda—trata de cubrirse, su estado no es muy bueno, despeinado, con moretones, marcas de mordidas y besos, su reacción es hacer una mueca y habla con la voz cortada—Min...

—¿Que ocurre? No me asustes, ¿todo esta bien? Revisa si tienes alguna cicatriz en el cuerpo.

Jeonghan ve de todo menos cicatrices.

—Estoy completamente desnudo Minnie—susurra apenado.

—Oh por todas las deidades, ¿desfloraron a mi bebé? DESFLORARON A MI BEBÉ, MIERDA, HYUNG TE VA A MATAR Y LUEGO ME VA A ENTERRAR VIVO.

—Cállate, es tu culpa—sus ojos se ponen llorosos—Si a caso primero te mata a ti—se escucha un suspiro del otro lado del teléfono.

—Ya, no llores, dime en qué hotel estás, iré por ti ¿si?—Jeonghan sorbe su nariz y asiente, olvidando que su amigo no puede verlo—¿Hannie?

—Esta bien—limpia sus lágrimas— Espera—voltea a todos lados buscando algún indicio del nombre del lugar hasta que en una mesa encuentra una tarjeta, la llave del cuarto, junto a una nota lila con buena caligrafía—Hay una tarjeta de hotel.

—Bien ¿que dice?

—SVT resort, creo, no entiendo muy bien, parece estar en inglés, sabes que casi no le entiendo al inglés—se queja haciendo un puchero.

—Uhm, ni idea de donde sea ese lugar, pero puedes enviarme tu ubicación.

—¡Que brillante idea! Eh... ¿Cómo se envía la ubicación?

—¿Es enserio Han?

—Yaaaah, no te enojes, claro que sé hacerlo, creo...

—¿Que dijiste?

—Nada nada, ya te envío la ubicación MinMin, bye bye.

—Bye bye Hannie.

Al colgar la llamada entra al chat de su mejor amigo para así enviarle su ubicación, luego de diez minutos lo logra.

—¡Ah!, la nota—toma el papel y comienza a leer.

"Ángel,

Lamento no poder quedarme para despedirme correctamente, pero lo de anoche ha sido increíble, pasarla a tu lado es una bendición, puedes tomarte tu tiempo, la habitación ya está pagada.

Besos

-CSC".

—¿CSC? ¿que es eso? Diablos—suelta un suspiro, hace bolita el papel y comienza a vestirse, guarda lo que quedaba de la nota en el bolsillo de su pantalón junto a su celular.

Termina de ponerse sus tenis y revisa que no le falte nada, vuelve a agarrar la llave de la habitación y con cuidado de no perderse logra bajar a recepción.

—Joven Choi, buen día, ¿su estadía fue buena? ¿Durmió bien?

—¿Eh? Ah, sí, gracias—contesta sonrojado—Aquí esta la llave de la habitación—después de regresar la llave da una última reverencia.

—Será un gusto volver a verlo pronto—se despide la recepcionista y él sale del edificio.

Jeonghan no puede evitar que la vergüenza lo envuelva preguntándose si ella sabrá que pasó esa noche de alcohol y descontrol al tiempo que se pregunta si sería buena idea investigar qué sabe, lo cual descarta al sonrojarse ante la idea. El chico alza la vista y divisa a su mejor amigo enfrente.

—Tomatito ¿por qué tan rojito?—el peli negro lo observa pero no contesta.

—¿Cariño? ¿Hannie? ¿Bebé?—los ojos del recién llegado se cristalizan—Oh no, no llores—el chino lo abraza mientras lo consuela—Todo estará bien, vamos, sube al auto—besa la frente del peli negro repetidas veces, cuando lo suelta le abre la puerta del auto permitiendo que éste se suba.

Minghao rodea el auto y se sube en el asiento del conductor, al verificar que su amigo ya se ha puesto el cinturón él hace lo mismo y enciende el motor para poder poner en marcha el auto.

The Last Witch [JiHanCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora