Después de fingir todo el día que todo estaba bien Jeonghan se siente drenado, le duele el cuerpo, sus ojos arden, solo quiere llegar a casa, esconderse debajo de su sábana y llorar hasta quedarse dormido. Un excelente plan.
El pelinegro se despide de sus amigos diciéndoles que quiere caminar a casa, la ninfa y el elfo le dicen que lo acompañan pero eso implicaría que los otros dos los siguieran y a decir verdad, Jeonghan solo quiere estar solo.
Miente.
No quiere estar solo.
Quiere a Jisoo.
Pero Jisoo no lo quiere a él.
Y eso lo rompe.
Después de un largo rato convenciendo a sus amigos que va a estar bien cuando sale de la universidad en dirección a su departamento ya se ha hecho de noche.
Absorto en su mundo con lágrimas en los ojos y la mirada en el suelo, patético. Está llorando después de un simple beso, pero el rechazo que sintió en su interior cuando su mejor amigo se fue, desapareciendo al día siguiente sin decir ni una sola palabra, en cambio dejando una nota ordenándole que se cuide y no haga algo tonto. Duele bastante.
Al pasar por un callejón Jeonghan es arrastrado al interior de este, los ruidos que salen de él son inentendibles pues su boca ha sido cubierta. El pelinegro trata de safarse del agarre pero es un esfuerzo en vano, la otra parte es muy fuerte o simplemente Jeonghan es un debilucho, entonces decide pisar el pie de su contrario y por un momento es liberado pero a los segundos vuelve a la posición inicial, un susurro retumba en su oreja.
—No hagas ruido.
Jeonghan se estremece por el aire caliente que roza su oreja, siente como la otra parte disminuye su respiración y él deja de moverse. El hombre de voz gruesa lo lleva hasta detrás de un bote de basura, Jeonghan tiene miedo. Escondidos detrás de un bote de basura Jeonghan puede ver como un grupo de hombres de aura espesa rodeandolos aparece, puede adivinar de quiénes se trata y tiembla internamente.
El grupo se detiene cerca de la entrada observando su mochila que se ha caído al ser jalado dentro del callejón, por suerte, la oscuridad lo acompaña y no pueden verlos; escuchan como uno de ellos gruñe mientras que otro parece analizar el lugar, tiran su mochila a un lado y entran al callejón.
Jeonghan siente el latido de su corazón recorrer todo su cuerpo, las lágrimas se han mezclado con el sudor.
—Sal de ahí, 甘味 .
Su pronunciación es tosca.
—彼の匂いを感じますか?
El japonés de Jeonghan está oxidado, es decir, no entendió nada.
Con todas sus fuerzas el pelinegro le reza a todas las deidades y dioses que le escuchan que lo salven de esta situación, que pueda huir de esas criaturas y al mismo tiempo escaparse del hombre que lo tiene cautivo.
Como si su plegaria fuera escuchada al fondo del callejón se puede oír el ruido de algo moverse ocasionando que algunas cosas caigan al suelo cosa que distrae al grupo de desagradables canibales.
—Vámonos.
Automáticamente Jeonghan acata la orden con la prioridad de alejarse de los oni, segunda prioridad escaparse del hombre.
Por un momento cree que puede respirar al salir del callejón pero como siempre, está equivocado.—¡Ahí! ¡Están ahí!—la voz retumba por todo el callejón y se escuchan los pesados pasos del grupo.
—¡Corre!
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The Last Witch [JiHanCheol]
FanfictionLa vida que conoces, los sentimientos que tienes, todo puede derrumbarse de un día para otro, la diferencia está en cómo actuas ante ello. ¿Qué ocurre cuando toda tu vida ha sido una mentira? ¿A quién debes creerle? ¿a quién no? ¿En quién confiar...