The Last Witch [JiHanCheol]

One

Durante todo el camino a casa ninguno habla, el pelinegro siente su energía drenada pensando en lo horrible que se ha de ver con sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar, su ropa apestando a alcohol mezclado con sudor, su cuerpo doliendo con marcas por todos lados. Sintiéndose fatal, arrepintiendose de haber salido de casa, él sabía que debía quedarse esperando a que hyung llegará. Se siente como un estúpido.

—Deberías dejar de pensar eso, no eres estúpido, son cosas que a veces suceden, además es mi culpa, creí que te habías ido a casa sin mi y me enojé, debí llamarte en vez de hacer una rabieta, lo siento.

El mayor observa a su mejor amigo, no lo culpa, no sería la primera vez que se iba a casa dejándolo solo, sin avisar.

—Solo espero que hyung no me mate—se ríe el menor tratando de aligerar el ambiente.

—Si sigues manejando así, no creo que sea necesario que te mate—menciona con tono de burla riendo.

—Yah~, no conduzco tan mal.

—Tienes razón, antes lo hacías peor—ante este comentario logra ver como el otro hace un puchero mientras sigue manejando.

Llegan a casa, Minghao se ha quedado  en casa de Jeonghan y Jisoo en lo que este último estaba de viaje, al ser un humano que ha crecido rodeado de criaturas no puede quedar desprotegido. Es peligroso. Alguien más iba a cuidar de él, otro demonio pero el más chico logró convencer al otro pelinegro para poder quedarse juntos.

Minghao abre la puerta y entran.

—Deberías ir a bañarte y ponerte ropa limpia para que cuando Jisoo hyung llegué no se entere.

—¿Enterarme acerca de qué?

—Pues ya sabes, la salida que tuvimos ayer hyung—dice el menor ante la pregunta del recién llegado—¡¿Hyung?!

Los dos amigos voltean alarmados, su hyung ha llegado, en definitiva, están fritos. El mayor los mira desde la puerta con su maleta colgada al hombro, con su cabello oscuro arreglado y peinado, su ropa pulcra como siempre, termina por examinar a Jeonghan logrando que sus mejillas se pongan rojas quien corre en dirección al baño gritando un "lo siento, estas solo" a Minghao.

Al entrar al baño se desnuda tomándose su tiempo, esperando que al menos así se le baje el enojo a su amigo de la infancia. Después de un relajante baño se viste con un pantalón holgado, una playera blanca y un suéter encima. Al salir del cuarto nota que Jisoo ya no está en la entrada y la puerta está cerrada, en cambio está sentado en el sofá con Minghao arrodillado cabizbajo en frente de él.

Trata de pasar desapercibido en dirección a la cocina por una pastilla para el dolor pero una gruesa voz lo detiene.

—¿A dónde crees que vas?—mira a su amigo conectando miradas pero Jisoo quita la suya enseguida, Han solo puede pensar en lo encabronado que está—Ven.

Sus pasos se dirigen lentamente hacia Jisoo, con la cabeza gacha, colocándose a su lado de rodillas, en el suelo.

—Lo sentimos mucho hyung—este par ha repetido esta escena tantas veces que lo dicen al unísono. Pues, disculparse siempre es la mejor opción.

Jisoo suspira, está enojado y cansado del viaje, Jeonghan nota que hay un tercer estado que no puede descifrar pues su mirada es extraña.

—Les dije que mientras estuviera fuera no debían salir y si lo hacían no debían tomar, les dije millones de veces que se comportaran, pero nunca me hacen caso, trato de cuidarlos, pero ustedes no me dejan. Minghao eres hijo de una de las ninfas más importantes en todo el mundo. Tienes que aprender a comportarte, eres prácticamente de la realeza. Tus padres te dejaron mudarte a Corea bajo mi cargo. ¿Sabes que ocurriría si algo te pasará?