No lo lamentes

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-Estás muerto. -Corrí hacia él pero se paró muy tranquilo.
-Haces un movimiento hacia mi y hago pedazos tu guitarra. -Amenazó con tirarla al suelo.
-Suéltala con cuidado y déjala en su lugar. 
-No.
-¡Déjala! -Di un paso hacia él pero volvió a amenazar.
-No me toques, quédate quieta, acuéstate y yo la dejaré.
-¿Por qué tengo que hacerte caso?
-Porque si no lo haces asesinaré a tu guitarra. -Rodé los ojos pero de pronto se me ocurrió una idea. 
-Bien, me acostaré. -Quité mi camiseta lentamente quedando en sostén, lo observé y abrió mucho los ojos, pero seguí con mi juego. Me quité el pantalón de pijama y me acerqué a paso lento y sensual hacia él, me senté en sus piernas, con las mías tocando sus muslos. Levanté la mano y acaricié su cara.
-Suéltala. -Susurré.
-N...no. -Tartamudeó nervioso. 
-Bien. -Coloqué mis pechos en el suyo y noté como su respiración se agitaba, me acerqué a sus labios y lamí su labio inferior, cerró los ojos y dejó la guitarra en su lugar, pero me tomó con brusquedad por el trasero y me tiró contra la cama, comenzando a besarme con intensidad y pasión, moviéndose encima de mi. Bajó hacia mi cuello y plantó varios besos en él, haciendo que soltara un gemido. Trató de desprender mi sostén y en ése momento me di cuenta de lo que estaba haciendo, tomé su pecho y lo alejé con todas mis fuerzas y la respiración agitada; me senté, volví a abrochar mi sostén y me dirigí hacia el baño haciendo como si nada hubiera sucedido. Me quité lo que quedaba de mi ropa y encendí la ducha.
Cuando salí del baño Andy escribía en su celular otra vez, dejé de observarlo, tomé otra vez mi pijama, ropa interior y volví hacia el baño para cambiarme la ropa. Al salir de nuevo estaba hablando por teléfono.
-Claro Janice... Si... No, estoy solo... -Dejé de oír, tomé mi guitarra y comencé a tocar algunos acordes con los auriculares puestos. Estaba concentrada en las cuerdas cuando sentí un golpecito en el hombro, me quité uno y lo observé tranquila.
-¿Qué quieres? -Pregunté fría.
-¿Necesitas la tarea? -Se sentó en una esquina de la cama, lejos de mi, yo reí.
-Claro que no, me importa una m*ierda la escuela.
-Tu padre me dijo que te la prestara.
-Si el aliento de mi padre huele a alcohol, no tienes que hacerle caso. -Rodé los ojos y seguí tocando, ignorándolo por completo.
-¿Irás a la escuela mañana?
-¿Por qué me haces tantas preguntas?
-Solamente quiero saber. 
-¿Por qué? -No dejé de tocar, ni siquiera quité la vista de las cuerdas.
-Porque desde ahora eres mi hermanastra. -Reí.
-Una hermanastra a la que has visto desnuda y a la que casi te cojes. -Se sonrojó algo incómodo, esta vez llevaba unos pantalones rojos a cuadros de pijama y una musculosa negra.
-Lamento éso.
-No te lamentes.
-¿Qué te sucedió en la muñeca? -Esta vez si dejé de tocar.
-No tienes por qué saber éso, ahora duérmete, es lo que haré yo. -Me levanté, dejé la guitarra y me tapé con las sábanas, presioné el interruptor de la luz y le di la espalda a Andy, que seguía sentado en mi cama. 
-¿Hasta qué hora seguirás allí sentado?
-No lo sé, me gusta verte. Eres hermosa.
-¿Eres idiota? -Pregunté fastidiada, se encogió de hombros divertido, se paró y se recostó en su cama. Unos diez minutos después me dejé llevar por el sueño.
Al día siguiente abrí los ojos muy adormilada sintiendo los rayos del sol en mi cara, dirigí mi mirada hacia la cama de al lado, donde Andy dormía plácidamente. Si, era muy hermoso, era verdad, pero era un completo idiota. Me paré y comencé a cambiarme la ropa, aprovechando el sueño del bastardo {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=111695184&.locale=es}. Cuando acabé observé el reloj, que marcaba las 6:30. Sacudí su hombro hasta que abrió los ojos.
-Son las 6:30. -Dije con toda la frialdad que pude y bajé las escaleras. Tomé un yogurt de la heladera y me senté en la isla de la cocina, comiendo tranquilamente. Cuando acabé oí mi teléfono sonar en el bolsillo, lo saqué y atendí, era Paul.
-Hola Paul.
-Hola hermosa, ¿qué tal? ¿ése idiota te hizo algo? -Reí.
-¿Me llamaste nada más para éso?
-Si. -Volví a reír.
-No Paul, no me hizo nada. Me estoy yendo, ¿nos vemos dentro de un rato? 
-Claro, te amo.
-Y yo a tí. -Corté y observé a Andy, que se había sentado a mi lado muy adormilado, llevaba una remera estampada, jeans negros rotos en las rodillas y esta vez llevaba Vans negras. Tenía una taza de té en las manos. Me paré pero me tomó del brazo.
-Espérame.
-Me tienes que estar jodiendo... ¿cómo era tu apellido?
-Biersack.
-Biersack... ya tengo suficiente con que duermas en mi habitación y vivas en mi casa, ¿ahora tengo que ser tu chofer? -Asintió con la cabeza sin mirarme. -Pues estás loco si piensas que lo haré.
-Bien, le diré a tu padre... -Tomé las llaves del auto y se las tiré por la cabeza con fuerza, luego caminé hacia el sótano, donde saqué mi patineta que ya estaba bastante sucia, limpié el polvo y sin mirar a Andy caminé hacia la puerta más que furiosa con mi mochila, di un fuerte portazo y comencé a andar.

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Heyy siento no haber subido desde hace tiempo es que he estado muy liada ademas de que necesito motivacion, nadie comenta :( bueno espero que os guste este capitulo :D

Alexis_bat

Jamas cambiaras (Andy Biersack y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora