No te atrevas a disculparte

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Al llegar a casa noté que la puerta estaba abierta, seguramente papá no le había dicho a Andy que debía cerrar con llave. Entré en silencio y subí las escaleras, hasta que me paré en la puerta al oírlo hablar por teléfono.
-Claro que no Janice, _____ es una completa idiota, hasta es suicida, ¿puedes creerlo?... -Rió- El otro día la vi llorando y tiene marcas en los brazos de cortes... No, no la soporto, quiero estar contigo... Claro que si hermosa... Mañana voy... Por la tarde será mejor... Bien, y yo a ti, adiós. -No entré, si no que me quedé perpleja frente a la puerta. Claro que nunca haría las pases con éste maldito hijo de perra. Entré en silencio sin siquiera mirarlo y tomé mi guitarra junto al teléfono y los auriculares, los enchufé y coloqué el volúmen al máximo, la canción de Suicide Silence, You Only Live Once casi me aturdió, pero no le di importancia y comencé a tratar de tocar los acordes lo más fuerte posible, estaba enfurecida. Sentí como una lágrima caía por mi mejilla y la sequé al instante, ¿por qué demonios lloraba? Sentí un toque en el hombro, me quité uno.
-¿Puedo saber que sucedió para que estés tan furiosa con tu guitarra? -Me paré y lo empujé contra la cama, haciendo que cayera, me senté encima de él y le di una fuerte cachetada haciendo que se quedara sorprendido. Acarició su mejilla una y otra vez.
-¿Qué te hice ahora?
-¿Y encima lo preguntas? Eres más que ridículo. -Le grité y le di un puñetazo en el pecho, y otro más que logró esquivar. Me empujó dejándome parada sobre el suelo.
-¡Dímelo!
-¡Acabo de escucharte hijo de perra! -Grité otra vez dejando que algunas lágrimas cayeran por mi mejilla.
-Oh...
-Si, ¡oh!
-Oye l...
-No te atrevas a disculparte, me importa una m*ierda lo que pienses de mi. Vine solamente para disculparme y hacer las pases y te escucho diciéndole a la perra de Janice que soy una idiota suicida a la que no soportas.
-No fue mi intención.
-Claro que no fue tu intención, la intención era que no te oyera idiota.
-Oh, claro, tú eres una santa. Seguramente no me has insultado frente a tus amiguitos.
-En realidad no, me gusta mantener mis cosas en secreto, no publico los secretos de personas que no conozco, que acabo de conocer, no les digo que utilizas lentes cuando lees, o que me viste desnuda, o que no te gusta que tu madre te llame pequeño. -Observó al piso, yo sequé mis lágrimas. -¿Sabes una cosa? No quiero estar contigo hoy ni lo que resta de los meses en los que nuestros padres estén fuera, si no te vas tú a su habitación me iré yo.
-Iré yo, al fin y al cabo ésta es tu habitación. -Comenzó a juntar sus cosas lentamente, yo me quité la ropa y me coloqué el pijama ignorando por completo su presencia, luego me recosté en la cama y me tapé.
-¿No comerás? -Preguntó.
-No, no tengo hambre.
-Se te notan las costillas.
-Es mi problema, ¿o también saldrás a contárselo a Janice?
-Claro que no.
-Entonces caliéntate el almuerzo o trata de preparar algo. -Salió de la habitación apagando la luz y cerrando la puerta detrás de él. Dejé de pensar en lo que había sucedido y me quedé completamente dormida.
Al levantarme adormilada observé el despertador que marcaba las 12:20, no había tiempo para el desayuno. Jueves, pero por suerte no debía ir a la escuela, tampoco tenía ni las menores ganas de pedir la tarea a nadie. Los primeros días y ya estaba en problemas gracias al idiota de Andy, grandioso. Me paré sin nada que hacer y bajé las escaleras, notando que la puerta de la habitación de mi padre estaba Andy, me sorprendí al ver dónde estaba...

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Holaaa os quería agradecer que leyerais esta fanfic. Me hace muy feliz ^.^
Aunque me hubiese gustado que mas gente lo leyera pero algo es algo jaja xD

Jamas cambiaras (Andy Biersack y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora