Estaré bien, siempre logro salir de ésto

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Me desperté y olí un rico perfume a mi lado, no recordaba absolutamente nada de anoche, pero seguramente me había emborrachado muchísimo, ya que me dolía la cabeza y el estómago. No había comido nada en dos días, pero era normal en mi, comiendo una hamburguesa volvía a un peso normal. Abrí los ojos y pensé que era Paul pero cuando vi a Andy a mi lado me asusté y salí disparada de la cama, sin embargo no me hizo caso, siguió durmiendo plácidamente. Seguía vestido, tenía hasta las botas puestas. Toqué su hombro y abrió los ojos con una cara de terror, haciendo lo mismo que yo.

-¿Qué haces en mi habitación? Explícate ahora mismo.

-Oh, ¿no lo recuerdas? Casi me vomitas la camisa, si no fuera por mi estarías tirada en la calle sin ropa.

-Mierda. -Coloqué una mano sobre mi frente, me dolía demasiado la cabeza.

-Un gracias es suficiente.

-Ya, cállate y sal de mi cuarto de una vez. -Apunté a la puerta cerrando los ojos y me hizo caso, salió a paso lento algo adormilado. Dios mío, no lo podía creer. Cerré la puerta con llave y entré al baño para darme una rápida ducha. Apenas salí observé mi celular, no le di importancia a las 3 llamadas perdidas y 2 mensajes que tenía y observé el reloj, que marcaba las 11:30, demasiado tarde para la escuela ya. Suspiré pesadamente, oí como alguien golpeaba la puerta.

-¿Qué? -Pregunté malhumorada.

-Hola hija, baja a desayunar.

-En un minuto. -Genial, además de ésto debía vérmelas otra vez con mi padre y Mariah... ¿o no? Me cambié la ropa rápidamente y coloqué alguna en la mochila, me quedaría en casa de Alexandra. Abrí la ventana. Bien, no era demasiada altura... sin volver a pensarlo otra vez me lancé y caí perfectamente sobre el césped sin dolor alguno. Recordé que hoy las clases terminaban a la una de la tarde, y recién eran las 11:30. Se me vino algo a la cabeza, podría ir al cementerio a visitar a mi madre. Comencé a caminar sin mirar atrás hasta llegar a la terrorífica puerta de hierro que, como siempre, estaba abierta. Me adentré y comencé a recorrer algunas de las lápidas hasta llegar a la de mi madre. *Helena Rybak 1981/2010* Tenía una linda rosa blanca, la única que no estaba marchita todavía, tal vez era de mi tía, Johanna. Me quedé un rato allí sentada hablándole a la lápida de piedra por un momento como una chiflada, siempre que venía lo hacía. Me sequé una lágrima y me levanté lentamente, caminé observando al piso cuando me choqué con alguien que hizo que cayera al suelo, me tendió una mano para ayudarme y observé su rostro.

-¿Qué haces aquí? ¿Me estás siguiendo?

-Si, tu padre me obligó. -Contestó Andy tranquilo.

-Pues no debiste haberlo hecho. -Lo empujé a un lado y retomé mi camino hacia afuera cuando me tomó del brazo.

-Tienes que volver. -Reí irónica.

-¿Qué te hace pensar que volveré?

-Será peor para ti, tu padre vendrá por su propia cuenta.

-Pues dile a mi querido padre que se valla a la mierda con su puta noviecita y su maldito hijastro.

Me zafé de su agarre y comencé a correr rápidamente hasta llegar a casa de Paul, ya había caminado demasiado lejos de casa para volver a casa de Alexandra. Toqué la puerta y me atendió Blake, su padre.

-¡Hola _____! ¿Qué tal estás?

-Hola Blake, bien, gracias, ¿usted?

-Muy bien. Si estás buscando a Paul, todavía no llega, pero lo hará pronto, ¿quieres pasar?

-Claro, gracias. -Entré y observé a la pequeña Claire, su hermanita menor de 4 años.

-¡Hola Claire! -Estaba mirando la tele concentrada, se volteó hacia mi y me dio un fuerte abrazo.

-¡Hola _____!

-¿Cómo estás pequeña?

-Bien, estoy viendo la tevelisión, ¿quieres ver? -Reí *tevelisión*

-No, gracias pequeña, iré a esperar a tu hermanote. -Rió y besé su mejilla, subí a la habitación de Paul y me senté en la cómoda cama. Conecté los auriculares a mi teléfono y pulsé el reproductor aleatorio, la canción Helena de The Misfits comenzó a sonar en mis oídos. Cuando ya oí unas 6 canciones más la puerta se abrió de pronto, era Paul.

-¡Hey! -Me levanté y me tomó de la cintura besando mis labios. -¿Cómo estás amor? ¿por qué no fuiste hoy?

-Tal vez sea porque ayer me tomé entre 3 y 6 botellas de whisey y cerveza. -Reí.

-Eres una tonta. -Volvió a besarme. -¿Qué te sucedió? ¿Estuviste llorando?

-Fui al cementerio.

-Oh, ¿quieres hablar conmigo sobre algo?

-No, está bien... pero hay otra cosa que podemos hacer. -Le guiñé el ojo y él bajó las manos hacia el trasero.

-Éso me gusta más. -Volvió a reír y comenzó a besarme apasionadamente.

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Bueeno he subido porque alguien me empezo a seguir, pero porfavorr si an leido mi fanfic comenten, voten y siganme, necesito saber que de verdad os gusta para animarme a seguir escribiendo xDD

Jamas cambiaras (Andy Biersack y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora