Siento uno de los dolores nunca antes proyectado.
Siento la necesidad de sentarme en la cama y apretar mi pecho, gritar y gritar.. ahogarme sin respiración.
Me muevo un poco para que Carl logre sacar su brazo de mi cintura que me tiene acorralada hacia el.
Me siento en la cama, aprieto mis puños, me noto sudada, el dolor de mi pecho no se va, perdura como los dientes de un caminante mordisqueando mis pulmones en vida.
Siento una mano en mi hombro y noto que es Carl.
— ¿Te encuentras bien? —lo escucho decirme con su voz algo ronca debido a que recién se levanta, y un atisbo de preocupación en la misma.
Trato de hablar pero ninguna palabra sale de mi boca.
Ni una.
Comienzo a desesperarme peor, quiero gritar y llorar, no se que me sucede..
— ¿Estas bien? — pregunta nuevamente Carl, ahora asustado.
Me levanto rápidamente ignorando su pregunta y entro al baño.
Cierro la puerta y le pongo seguro, toco mi pecho y arrugo mi rostro debido al dolor. Me miro al espejo y me noto con unas grandes ojeras.
Se que me pasaba, había soñado con mi madre y mi hermanastro.
Cierro los ojos, sollozo y dejo caer unas lágrimas.
Siento el frío de las lágrimas derramarse en mi cálida mejilla.
Escucho los golpes de Carl en la puerta mientras pregunta si estoy bien, el está preocupado.
Abro uno de los estantes por encima del espejo de marco color blanco.
Hay unas vendas, remuevo las cosas con mi mano algo temblorosa y no hay nada para calmar el dolor.
Es pasajero, tiene que ser.
— ¡Maya!, respóndeme por favor —escucho a Carl acelerado. — ¡Maya tendré que llamar a Daryl! — dice.
No quiero que me vea así.
Logro decir unas palabras.
— Carl estoy bien —digo como apenas puedo.
— Maya, abre la puerta, por favor —insiste preocupado.
Cierro el estante y abro la puerta, el esta preocupado y me mira fijamente, con cierta desesperación que lo agita.
Entra al baño y me abraza.. siento como las lágrimas caen de mi y los recuerdos de mi madre me consumen como nunca antes.
— Estoy bien —vuelvo a decir y me mira fijamente.
[...]
Entro a la casa de Carol y la miro a los ojos.
— Linda, ¿que tienes? —dice algo preocupada.
— Nada.. —digo confundida.
— Eso responde a tus ojeras Dixon —dice ella encogiéndose de hombros.
— Carol. Me he despertado con un dolor horripilante en mi pecho.. estoy asustada.. el dolor sigue pero ya no es tan fuerte.. —digo frustrada.
Carol me mira preocupada y se acerca a mi, pone una de sus manos en mi frente y la otra en mi hombro.
— Es raro.. no presentas síntomas de gripe —dice alzando una ceja.
— Carol no estoy con gripe. No habré tenido una especie de.. no lo sé —digo preocupada.
La puerta se abre y giro repentinamente al ver a papá ingresar alarmado.
Se acerca a mi y me abraza.
— Dime que estas bien.. —dice el.
Genial, ya se enteró.
— Si —mascullo.
— Que te sucede.. —dice Daryl viéndome a los ojos.
— Nada papá.. son solo, recuerdos —mascullo. Ojala tuviese la valentía necesaria, para explicarle todo lo que me atormenta cada minuto. Pero ya está hecho, extraño a Sebastian, a Tyreese, a Noah.
A Beth..
[...]
Camino realmente relajada después de una conversación con Carol la cual me edificó y me dio un empujón a soportar todo.
Pero no esta completo.. siento el nudo en la boca de mi estómago revolviendome.. solo sé que quiero llorar y eso me descargaría un mínimo por lo menos.
Camino al portón de Alexandria y allí esta Olivia.
— Saldré.. —digo con una sonrisa.
— Tu novio ha salido también así que ve y tengan cuidado.. —dice entregándome un revólver con balas.
— ¿Carl ha salido? —trago una gran cantidad de saliva.
— Si.. —masculla y abre el portón, coloco el revólver en mi cinturón y camino para así escabullirme en el bosque.
Carl ha salido, no se ha molestado en avisarme y eso me irrita a tal modo que me encantaría regañarlo, pero eso solo me convertiría en una tonta novia pesada, así que le grito a mis adentros para no decirle nada a el y dejarlo como un imbécil.
Se fue en busca de Enid.
Y de la nada, mi molestosa conciencia masculla esta frase, la cual nunca se me cruzó por mi mente, apreto mi mandíbula a tal modo que creo que lo romperé en miles de fragmentos aunque sea algo casi imposible.
Un gruñido bastante familiar me hace saber que estoy con una visita.
Saco mi cuchillo, veo a la horripilante y pestilente caminante que se acerca a mi con el único deseo de probar mi piel.
Voy a incrustar el cuchillo cuando el caminante cae sin que yo haya perforado su blando cráneo con mi cuchillo.
Detrás sale Nicholas.. este sujeto al cual detesto desde la expedición donde casi perdí mis dos pies.. donde asesinaron a mordiscones a mi amigo Noah.
Donde dejaron a Tara inconsciente por dos días, que gracias al cielo ya está bien.
El me mira y me regala una sonrisa algo rara, y en cierta forma intimidante.
Lo fulmino expresándole cuanto lo detesto a cierto grado que la bilis sube por mi garganta y deseo vomitarle en su nariz hasta que se ahogue.
Ve a buscar a Carl.
Quiero avanzar pero Nicholas se interpone en mi camino, mientras ríe.
— ¿Te retiras sin agradecer? —apreto mis puños y siento como mis uñas causan un pequeño dolor al presionar la palma de mi mano.
Las palabras salen de su asquerosa boca y me aterra, ya que su comportamiento parece no querer dejarme ir.
Cree que necesita un agradecimiento. Que lo jodan.
— ¿Gracias?, ¿a ti? —río en tono de burla y avanzo con un paso sigiloso. — Dejame en paz maldito.. —digo y sujeta su arma en su mano. Lo miro y alzo una ceja. — ¿Enserio planeas dispararme como lo hiciste con Glenn?, Deanna te ha dicho. Un problema más y te exilian. Adelante, disparame así no tengo que ver tu maldita cara en todo lo que me resta de vida —mascullo desafiante.
Nicholas levanta su arma, y me apunta.
— ¿No quieres ver mi cara?, me hubieras avisado antes. Así te asesino ya y nadie vuelve a saber de tu existencia —masculla furioso.
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Protegeme 2 [CarlGrimes]
Fanfic¿Casualidad o causalidad haberte encontrado en medio de ésto? Maya, nunca me dejes. Carl, nunca me dejes.