Protegeme 2 [CarlGrimes]

Capitulo 47: No pares de protegerme.

Estoy atrapada entre los fuertes brazos de Carl.

El aún sigue dormido y tengo mucha hambre así que me empeño en salir de su pequeña y hermosa jaula que son sus brazos y su cálido pecho.

Me siento en la cama y me desperezo como puedo.

Mi vientre duele mucho debido a mi inminente periodo pero lo ignoro por completo.

Rebusco en mi armario algo de ropa limpia y voy por una ducha caliente.

Me coloco una blusa mangas largas color blanco y azul, mis clásicos jeans negros ajustados y mis botas.

Seco mi cabello como puedo para luego hacer una suelta trenza.

Hace tiempo no hacia esto, y sin presumir; me queda bastante bien.

Me siento sobre la mesa de mármol junto al lavabo en la cocina y con mi mano derecha llevo la taza de infusión a mi boca.

He ganado una pequeña pelea contra Carol ya que no me deja beber su infusión por su especialidad en calmante, pero es delicioso.

Carol está muy feliz por verme de nuevo, como yo a ella.

Maggie, Glenn, Rosita, Tara, Sasha y Abraham están de excursión buscando refuerzos para los muros.

Creo que estarán felices de volver a verme; más allá de todo el caos que al parecer fue.

— En que estabas pensando.. —la voz de Carol me saca de mis cavilaciones.

— Carol hoy habrá una reunión con el grupo, de eso hablaremos.. — trato de calmarla ya que sigue alterada por mi huida. — y solo salí a tomar aire, nunca quise irme y no volver.. —digo y doy otro sorbo a mi té.

— ¿Acaso yo dije que tu querías irte y no volver? Eres peor que Sam, no sirves para mentir.. —doy otro sorbo para no reír. Pero si río pensará que estoy mintiendo.

Los pasos provenientes de la escalera me obligan a girar lentamente mi cabeza.

Observo como Carl baja las escaleras con una sonrisa en sus labios.

Está vestido con un jean algo ajustado color negro, sus zapatillas y una campera.

Y en su cabeza, su sombrero.

Me mira con una sonrisa, y luego mira a Carol.

— Buen día.. —dice con una sonrisa.

— Buen día.. —dice Carol y abre el estante por una taza.

Sirve café y le extiende la taza a Carl. Quien la recibe y agradece con un gesto, Carl se coloca en la silla y toma su café tranquilamente.

Escucho la puerta abrirse de un tirón y veo a Glenn entrar mientras detrás de el vienen los demás, Glenn busca con la mirada y cuando me ve una sonrisa se dibuja en su rostro.

A paso rápido se dirige hacia mi cuando me pongo de pie bajando de la mesada de mármol donde me encontraba sentada.

Los brazos de Glenn se encierran en mi espalda y me levanta del suelo mientras me da giros en el aire.

Veo a Maggie y los demás que estaban de excursión entrar con una sonrisa y verme.

— Te eché de menos Dixon.. —habla Glenn.

— Maldito chino, te extrañé.. —susurro y lo vuelvo a abrazar.

[...]

16:23 p.m.

Me siento en el porche mientras me encojo de hombros debido al frío que penetra los poros de mi piel y mi rostro.

Hay una junta con el grupo y Alexandria dentro de tres horas.

Con papá debemos hablar de los sujetos que me tenían cautiva.

Siento el peso del sillón moverse cuando noto que Carl se sienta a mi lado.

Pasa uno de sus brazos por detrás de mi espalda y sujeta mi cintura.

Recuesto mi cabeza en su hombro y sonrío intencionalmente.

— Necesito hablar contigo.. y ya que estamos solos creo que deberíamos aprovechar este tiempo libre —dice con un hilo de voz.

Se nota triste.

— Bien. Sobre que quieres hablar.. —digo y lo miro.

— Sabes sobre qué quiero hablar.. dime por qué huiste.. —dice y lo interrumpo.

— Cuando entenderán que no huí.. —espeto. — salí porque necesitaba aclarar pensamientos que los tenía amotinados en mi cabeza. Necesitaba pensar un poco, pero todo se fue a la mierda cuando me topé con los estúpidos W —digo entre dientes.

— Que es lo que necesitabas pensar.. era sobre nosotros, ¿cierto? Maya, tuvimos una pelea antes de que te pasara.. eso. Y que es lo que necesitabas pensar.. ¿querías saber que hacer conmigo? —dice mirando hacia otro extremo. Se nota confuso y triste aún.

— Que diablos es lo que dices.. —digo sonando patética y río. — Carl no era eso, no era nada de eso. Era solo que necesitaba hacerlo y.. desde cuando te interesa lo que pienso cuando estoy llena de problemas y encima cargo con lo de mi papá.. —sueno tan grosera que me quiero golpear a mi misma; Maya que demonios es lo que sucede contigo.

— Si no me hubiera interesado en que es lo que piensas cada vez que respiras ni siquiera me hubiera interesado en ti.. —sus palabras me golpean duro en el estomago.

Quiero vomitar y quiero correr.

— No es lo que.. quise decir Carl.. es que te noto diferente, ya no te interesa que es lo que pienso y.. — me interrumpe.

— No quieres estar conmigo.. —dice y quiero golpearlo.

— Como.. ¿como puedes decir eso? —digo con un hilo de voz cuando mis ojos se entumecen.

— Maya, dime que hago mal.. dime que rayos es lo que hago mal.. por favor. Te siento tan lejos de mi, que siento que no te importo —quiero golpearlo y besarlo. ¿Que es lo que dice?

Mascullo un cansado suspiro cuando siento como las lágrimas descienden de mis ojos como si de una fuente de agua se tratase.

— Te equivocas. No haces nada mal, sabes que te amo mas que a nada en el mundo Carl.. pero.. yo solo necesito saber si tu me amas, si me amas tanto como para dejarme sumida en mis problemas, esos que no los hablo. Carl.. te amo tanto que estoy dispuesta a darlo todo por ti.. solo dime si tu me amas —digo entre lágrimas.

Me mira fijamente a los ojos y pasa la yema de su dedo pulgar por mis mejillas mientras limpia mis lágrimas.

— Si tan solo hubiera una forma. O si tan solo hubiera las palabras necesarias para expresarte todo lo que te amo aun así enloquecerias de amor. Enloquecerias de empalago con todo el amor y el afecto que tengo hacia ti. Cuando yo era invisible estabas tu. Y juro con toda mi vida amarte aun cuando ya no exista nada mas en este mundo. Se que soy un maldito bastardo al expresarte todo lo que siento por ti pero, creo que esto no es ni un mínimo de todo lo que siento por ti Maya Dixon —dice.

Lo abrazo fuertemente y entrelazo mis labios con los suyos.

Lo beso con fuerza.

— Cada día recuerdame todo lo que sientes por mi. Y sobre todo. No pares de protegerme. Te amo —suelto contra su boca.