Maratón 1/5
— ¡Suéltame maldita sea! —ruego con todas mis fuerzas al sujeto que me sostiene dentro de una de las furgonetas de la caravana de Negan.
La furia y las lágrimas por la pérdida de mi querido amigo Glenn y de Abraham me tienen devastada, no sé qué hacer, qué pensar.
Peleo con las pocas fuerzas que tengo contra este sujeto que estoy segura que va intenta abusar de mi.. maldito asqueroso.
Pateo y pateo como nunca, él sujeto pone sus manos en mis muslos y sé que esto se va a poner mucho peor.
Él sujeto me golpea en él rostro y siento como mi mejilla arde, de inmediato cubro mi mejilla con mis manos mientras lágrimas se deslizan a borbotones por todo mi rostro.
— ¡Déjala!, ¡por favor! —la voz de Carl es casi inaudible debido a que está fuera de la furgoneta, junto al hijo de perra de Negan y todos los demás.
La carcajada aterrorizante de Negan lastima mis oídos, lloro con fuerzas, y sobre todo, no dejo de forcejear con el sujeto.
— Deja que yo me divierta con ella, Johnny.. —la voz de Negan detrás de las paredes de la furgoneta resuenan en mis oídos.
Él sujeto que se hace llamar Johnny estira mi cabello levantándome del frío suelo de la parte trasera de la furgoneta, me saca a los tirones nuevamente.
Oigo él llanto desconsolado de Carl y mi corazón se rompe en miles de pedazos.
Nunca rogué, nunca recé, pero si hay algún dios, a ese mismo le estoy rogando en este momento que me libre a mi y al grupo de todo esta locura.
Él fuerte e incesante llanto de Maggie debido a la perdida de su amado esposo hace que la situación sea aún peor.
Solo ruego y ruego, que todo pase, rápidamente.
Él sujeto me lanza a la tierra y se siente como un pequeño alivio saber que ya no estoy en la furgoneta con éste asqueroso que iba a adueñarse de cada parte de mi cuerpo.
Negan acerca a su bate, al que llama "Lucile", a mi rostro, mientras oigo a Carl llorar y a Rick rogar que se detenga.
Los golpes en la furgoneta donde se encuentra papá no dejan a Negan continuar con lo que sea que iba a hacer conmigo en ese momento, pero comienza a reír otra vez de una forma macabra.
Basta, por favor.
[...]
Mis brazos rodean a Carl de un fuerte abrazo cuando Negan me lanza nuevamente al lugar donde estuve acuclillada, él mismo lugar donde presencié la muerte de Glenn y Abraham, lo que me está volviendo loca con tan solo recordarlo.
— Te amo... te amo, tranquila, nada te pasará.. —la voz de Carl Grimes resuena en mi oído izquierdo mientras me abraza con fuerza, un agarre fuerte y seguro, de esos agarres que te brindan tranquilidad cuando todo esta hecho un completo caos.
[...]
De vuelta a Alexandria, todo él ejercito de Negan se ha marchado del lugar donde nos torturaron y mataron a dos de los nuestros.
Nos han dejado tantas condiciones, entre esas, conseguir armas, municiones y todo lo que sea necesario; pero para dárselos a ellos.
No podemos luchar contra ellos, no lo haremos, son demasiados, y Negan es un maldito desgraciado.
Noto la ausencia de Carol y Morgan, veo a Gabriel quien me observa con cierta confusión.
Maggie siguió su camino a la Cumbre, la comunidad de Jesús, con la compañía de Sasha. El cuerpo de Glenn Rhee y el de Abraham, fueron llevados para ser sepultados.
Mis manos y mi ropa están cubiertas de tierra, mi rostro está enrojecido y mis ojos colisionados por lágrimas que desean salir disparadas en cualquier momento, por milésima vez en las últimas horas.
Glenn, me dueles.
Abraham, me dueles..
Con la ayuda de Carl me encamino hacia la casa donde vivimos todo este ultimo tiempo, con él fin de darme una ducha y poder tranquilizarme, noto que mis jeans están rotos en ambas rodillas, y mis rodillas raspadas y ensangrentadas.
No siento dolor físico, solo sentimental.. el hecho de tener a todo él ejercito de Negan al acecho no opaca los deseos de degollarlo al mismo de la forma mas cruel y macabra posible.
Rick y él grupo se han quedado junto a Negan en la entrada de Alexandria, escuchando la abominable voz de Negan, escuchando las nuevas reglas de mierda que éste está creando.
Entro a la casa y subo lentamente las escaleras, mis rodillas se doblan con cada escalón, y comienzan a arder.
Ahora es más sangre que tierra.
— Dejame ayudarte.. —Carl me vuelve a sujetar y coloca una de sus manos en mi cintura, me mira fijamente a los ojos con una expresión triste. — el.. sujeto —.
— Johnny.. —lo interrumpo.
Suspira.
— ¿Acaso, el te... —traga saliva.
— Sea como sea, aunque me cueste unos cuántos golpes, no iba a permitir que coloque sus manos sobre mi.. —digo.
Las lágrimas comienzan a nublar mi vista y cierro los ojos con fuerza.
Me esfuerzo por continuar subiendo las escaleras mientras Carl me ayuda.
Me encamino hacia el baño y una vez allí abro él grifo mientras observo como él agua caliente cae con fuerza rociando la bañera.
Comienzo a quitar mi blusa cuando me percato que Carl aún está aquí y me detengo por un segundo.
— No te dejaré sola, no ahora.. —habla mientras quita su camisa que cubre una blusa color beige que lleva puesto.
Con ayuda de sus manos comienzo a quitar mi blusa dejando a la vista solamente él sostén color blanco que llevo puesto.
Me observa detenidamente y continúo con mis pantalones, para esto me siento al borde de la tina, ya que mis rodillas arden cuando la prenda roza mis raspaduras.
Primero quito mis botas y mi cinturón, conmigo ya no traigo mi cuchillo, tampoco mi querida arma.
Carl se acuclilla delante de mi y desabrocha lentamente la parte superior de mis jeans, con cuidado comienza a quitármelos.
— Con suerte puedes estar de pié.. te ayudaré a darte una ducha —habla y mis manos comienzan a sudar poco a poco.
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Protegeme 2 [CarlGrimes]
Fanfic¿Casualidad o causalidad haberte encontrado en medio de ésto? Maya, nunca me dejes. Carl, nunca me dejes.